Nada mejor que prender el fuego un domingo soleado y meterse en el ritual del asado, entre charlas, risas y aperitivos. Algo así ocurrirá este mediodía: quienes transite por la avenida 9 de Julio podrán degustar distintos y sabrosos cortes de la mejor carne criolla: el Obelisco estará rodeado esta vez por las mejores duplas de parrilleros de todo el país, que disputarán el trono del “mejor asador del país”.
El Campeonato Federal del Asado -organizado por el Gobierno de la Ciudad para honrar la identidad del asado– comenzará a las 11 y se extenderá hasta las 19. Desde temprano, los expertos se encontrarán armando sus parrillas y organizando lo que será un prometedor evento gastronómico que además ofrecerá shows gratuitos y otras actividades.
Los asados tendrán distintos cortes de carne y serán cocinados a leña y carbón por los asadores más reconocidos del mundo gastronómico argentino. Según informó el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, las 24 duplas competidoras tendrán que cumplir con dos categorías: cortes clásicos argentinos y una categoría a elección para sorprender al jurado.
“Empezamos el fuego con una leña fina y luego asamos con algarrobo”
El vacío, la tapa de asado y la tira de costillas son los cortes más usados en la zona aunque también el matambre, los chorizos, la morcilla y las achuras mientras que la llama es la carne que se suma a la mesa de los jujeños, además de las tradicionales carnes de vaca, cerdo, pollo, y chivito.
“A la hora de comer un buen asadito, el noroeste argentino privilegia el ritual del fuego, generalmente hecho de maderas duras o de carbón vegetal, y dos formas de exposición: a la parrilla o a la cruz”, dijo a Télam un experimentado asador de la provincia de Salta.
“El secreto está en tener ajíes propios de la huerta”
“Empezamos el fuego con una leña fina y luego asamos con algarrobo. Comúnmente elegimos vacío y matambre, y el costillar solemos ensartarlo a 75 grados del suelo con el lado del hueso hacia el fuego”, dijo el cocinero Daniel Alfonso y director de Turismo de General Alvear.
Para él, el secreto está en tener ajíes propios secos de su huerta. “Con ellos hacemos el ají molido para el chimichurri que lleva además ajo, aceite y vinagre”, precisó entusiasmado. Y reveló: “A los costillares los hidratamos con una mezcla de agua y sal”.
“Atrás de la carne argentina hay mucho trabajo argentino que tenemos que potenciar y el Campeonato es una excelente oportunidad para hacerlo. Si logramos posicionar a Buenos Aires como Capital Gastronómica de Latinoamérica habrá más fuentes de empleo para todos”, concluyó Santilli.