Después de ganar la pulseada en el “super martes” económico al renovar el 100% de las Lebac el Gobierno se enfrenta a un nuevo desafío, esta vez en comisión del Senado. Allí arranca el debate por el proyecto de la oposición para frenar las subas de las tarifas en los servicios públicos. La propuesta tiene media sanción de Diputados y es resistida por el oficialismo, que la rechaza por su alto costo fiscal.
El debate arrancará a las 14 en las comisiones de Derechos y Garantías, de Minería y Energía y de Presupuesto y Hacienda. El proyecto retrotrae a diciembre de 2017 las tarifas de los servicios de luz, gas y agua y establece que, en el caso de los usuarios residenciales, se puedan actualizar en base a la variación salarial. Además, para el caso de las pymes, la actualización se definirá sobre la base del índice de precios mayoristas del INDEC. Según el oficialismo esa propuesta le costaría al Estado nacional más de $ 170 mil millones.
La discusión no avanzará con la velocidad prevista ya que el justicialismo aceptó darle tiempo al Gobierno para proponer una alternativa, mientras que Cambiemos pedirá que se convoquen a los gobernadores con el objetivo de desactivarlo. La bancada que encabeza Miguel Angel Pichetto hoy dará el debate pero esperará hasta la reunión siguiente, prevista para el martes de la semana próxima, para firmar el dictamen.
“Hasta ese momento el Gobierno tiene tiempo para hacer una propuesta superadora, razonable y que implique una disminución real en los aumentos”, anticipó Pichetto. En la vereda opuesta el interbloque de Cambiemos, que preside el radical Luis Naidenoff y coordina el presidente provisional del Senado Federico Pinedo, pedirá que las comisiones inviten a los gobernadores a dar su opinión, con la esperanza de que bloqueen el avance del proyecto.
La mayoría de los mandatarios provinciales peronistas, jefes políticos de muchos de los senadores que integran la bancada de Pichetto ya se pronunciaron en contra de que el Congreso fije el esquema tarifario y el oficialismo quiere que vayan al Senado para ratificar esa postura.
Uno de los puntos centrales del proyecto era la rebaja del 50% del IVA, pero esa cláusula se eliminó ante la resistencia de los gobernadores, que no querían perder recursos de un tributo clave que es coparticipable entre Nación y provincias, lo que le sirvió a la oposición para retener los votos necesarios para imponer el proyecto en la Cámara baja.
Sin embargo durante las últimas semanas gobernadores peronistas como el cordobés Juan Schiaretti y el chaqueño Domingo Peppo, entre otros, manifestaron su oposición al proyecto. Mientras Schiaretti opinó que “el Senado no debe aprobar la Ley”, Peppo consideró que “no es bueno que se pretenda decidir sobre atribuciones exclusivas del Ejecutivo provincial”.
“Es posible que la mirada del Senado sea diferente a la de Diputados porque no me parece que haya un gran consenso entre los representantes de las provincias para que los argentinos de allí paguen el doble o el triple que los argentinos del Conurbano”, dijo Pinedo, que metió presión antes del debate.
La estrategia de Cambiemos incluye convocar también a las empresas provinciales de servicios públicos, a las que el proyecto obliga a devolver lo que cobraron hasta ahora por los aumentos que se realizaron desde noviembre a la fecha.
El oficialismo intentará así dos formas distintas de disuadir a la oposición de avanzar con el proyecto para evitar que se convierta en ley y que el presidente Mauricio Macri lo vete, mientras espera la respuesta del Gobierno frente a la ventana que le abrió el justicialismo.