Con la vista puesta en el largo plazo, la AFIP busca que todos los comercios del país tengan la terminal de pago de forma obligatoria, para ofrecer a los clientes la posibilidad de comprar con tarjetas de débito y crédito.
Ante este escenario, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) pide una nueva ley para modificar las comisiones de ambos plásticos, que se ubican en un 1,5 y 3 por ciento respectivamente.
Estos aranceles están fijados por el artículo 15 de la Ley N° 25.065 de Tarjetas de Crédito, y para reducirlos, el organismo presidido por Osvaldo Cornide busca modificar la legislación. Es por eso que esta semana se reunirá con el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.
“La modificación de la normativa vigente resulta necesaria, porque la transferencia de dinero por parte de los comercios a los bancos por comisiones de pagos con tarjetas es excesiva”, explicó la CAME en un comunicado oficial. Además, las entidades cobran los mantenimientos de cuentas y movimientos financieros.
¿Qué quiere la CAME? En principio, un tope del 1,5% en las comisiones y que la acreditación de los importes correspondientes a las ventas canceladas mediante tarjetas de débito se haga en un plazo máximo de tres días. En la actualidad, se acreditan en 18 días hábiles.
“Los montos que los negocios transfieren a los bancos le quitan liquidez y capital de trabajo al comercio minorista, y eso queda en evidencia en épocas críticas como la que se atraviesa actualmente”, continuó el comunicado. Y subrayó: “Las retribuciones por uso de tarjetas forman parte de la cadena de costos que va minando la rentabilidad de las empresas argentinas”.
La entidad que representa a las pequeñas y medianas empresas hizo un estudio, y concluyó que el comercio les transfirió a las administradoras $13.250 millones en concepto de pago de comisiones, $10,5 millones por operaciones con crédito y el resto por débito.
“La Argentina es uno de los países que registran las más altas comisiones en materia de tarjetas de crédito y débito. A modo de ejemplo, en España son del 0,5%; en Grecia 0,9%; en Italia 0,95%; en Malasia 1,31%; en Perú 1,5% al 2 %; en Brasil y Chile 1,30%, en Polonia 1,65%, en Colombia del 1,8% al 2”, comparó.