Los colores pasteles siempre están de plena actualidad cuando llega la primavera, son atemporales, sobreviven a todas las modas porque son muy fáciles de combinar y de encajar en la decoración de nuestro hogar independientemente del estilo, no son excesivamente comprometidos y resultan muy adecuados para favorecer el descanso.
Los cítricos como el naranja, el amarillo limón o el verde ponen el contrapunto a los pasteles, favoreciendo una decoración mucho más dinámica, divertida y ácida!
Los tonos más intensos son perfectos para dar pequeñas pinceladas de colro a esos rincones que llegada la primaver queremos llenar de vida, como son el baño, el salón…