Coloquio de Idea: Dos grandes empresarios reclamaron una reforma laboral en Argentina

El presidente de Techint y el fundador de Mercado Libre, dos de las empresas más grandes del país, coincidieron en la necesidad de un marco laboral "más flexible" y respaldaron al Gobierno.

Los empresarios más importantes del país no suelen reclamar cosas a viva voz. Prefieren hablar a través de sus lobbistas y voceros o en reuniones más o menos reservadas. Y dar discursos elegantes, con definiciones, pero sin asperezas. No fue el caso. Paolo Rocca, el capitán de Techint, y Marcos Galperin, fundador y CEO de MercadoLibre, pidieron a viva voz y con una crudeza poco usual avanzar con la reforma laboral, flexibilizar los marcos legales y, en el decir del empresario ítaloargentino, “erradicar las organizaciones extorsivas” de los sindicatos, en el 53° Coloquio de Idea.

Los empresarios compartieron un panel pensado para hablar del largo plazo desde dos experiencias exitosas y distantes. El emporio Techint nació en Italia, se expandió en Argentina, se globalizó en la década de los 90 y hoy es principal fabricante de tubos sin costura para la industria petrolera del mundo, además de atender otros mercados. Valuada en casi 20.000 millones de dólares, la firma convirtió a Paolo Rocca en el hombre más rico de Argentina. MercadoLibre nació a fines de los 90, se expandió por Latinoamérica y alcanzó un valor de mercado de 10.000 millones de dólares en mayo, cuando superó el valor de YPF. Rocca, a sus 64 años, y Galperin, de 45, coincidieron en el diagnóstico y en el pedido de cambio.

“Si queremos salir del 30% de pobreza, es imposible hacerlo con el marco laboral que tenemos”, afirmó Galperin, que hace un mes provocó una fuerte polémica al reclamar, vía Twitter, una reforma laboral como la que encaró Brasil, con una fuerte flexibilización de las reglas de juego que faculta a las empresas a despedir y a recortar derechos. “En cualquier discusión sobre el empleo, hay que empezar aclarando que el poder adquisitivo de los salarios debe estar garantizado”, prosiguió.

“El marco laboral mira al pasado, a la revolución industrial, y estamos en la revolución de los robots”, siguió Galperin. “Debemos tener una flexibilidad que hoy no tenemos”, continuó, y pidió eliminar el aporte sindical compulsivo. Sus dichos no cayeron nada bien entre los gremialistas que seguían sus palabras desde un auditorio colmado de ejecutivos, que aplaudieron de pie a ambos expositores.

Rocca, en tanto, consideró necesario implementar cambios en el marco laboral, avanzar con una reforma educativa y “repensar el conurbano bonaerense para asegurar gobernabilidad”. Hasta afirmó que estaría dispuesto a soportar la alta presión tributaria -un problema que está al tope de la agenda empresaria- si ese dinero se destina a mejorar el conurbano.

Lo explicó de la siguiente manera. “En Siderca (la siderúrgica del grupo en Campana) tuvimos que entrevistar a 3000 personas para incorporar a 500. Había gente que no sabía cuántos milímetros cabían en un metro. Es un problema para nosotros y para el amigo (Antonio) Caló”, dijo, en referencia al secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que escuchaba desde las primeras filas del auditorio.

“La droga es un problema. El 40 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 25 años no han completado el secundario. Ahí identifico un problema de gobernabilidad de largo plazo, en qué trabajarán las 2500 personas que no pudimos incorporar”, sostuvo.

¿Algo más urgente? “Erradicar las organizaciones extorsivas. No podemos tener plantas paradas por diez personas armadas alrededor de un fogón”, se quejó y provocó una nueva tanda de aplausos encendidos.

Apoyo al Gobierno

Rocca y Galperin también coincidieron en elogiar al gobierno de Mauricio Macri.

Rocca -que mantiene un enfrentamiento histórico con Franco Macri, de la época en que ambas empresas eran contratistas del Estado- remarcó: “Después de dos años en los que superamos muy bien temas coyunturales muy difíciles, el Gobierno está intentando una agenda de largo plazo”.

“Soy súper optimista”, continuó Galperin. “Se están haciendo cambios de fondo. Van a tomar décadas, pero si se hacen esos cmabios de fondo, el país cambia para siempre”, dijo.