Esta semana los misioneros y los itapuenses fueron testigos, una vez más, del colapso del paso fronterizo con más tránsito de la Argentina. Colapso producido por las pocas casillas de acceso al país que se habilitan del lado argentino del viaducto.
Mientras en Aduanas y Migraciones se cruzan las culpas, extraoficialmente porque nadie da información oficial de lo que sucede, en Paraguay ya toman el problema como una cuestión de Estado. En ese marco, el canciller del vecino país, Eladio Loizaga, llamó el viernes por la tarde a su par argentino, Jorge Faurie, para buscar una posible solución conjunta al problema.
El llamado de Loizaga a Faurie llegó tras el encuentro que el canciller del Paraguay tuvo con el gobernador de Itapúa, Federico Vergara, quien viajó hasta Asunción exclusivamente para plantearle a las autoridades de su país la situación que se vive en el puente internacional San Roque González.
“Me comuniqué con el canciller argentino, quien ya está en conocimiento de la situación y va a ponerse en contacto con la Dirección de Migraciones y Aduanas de su país, para ver la salida más rápida a este inconveniente”, aseguró Loizaga a medios de prensa del vecino país.
“El tráfico fronterizo siempre ha sido muy ágil entre Paraguay y Argentina, especialmente en la zona de Encarnación y Posadas, donde el tráfico es intenso, sobre todo en ocasión de las fiestas de fin de año y la temporada turística, fechas en que los compatriotas que viven en Argentina vienen a visitar a sus familiares, y los argentinos hacen turismo en Encarnación”, agregó.
Manifestó que preservando todos los niveles de seguridad en ambos lados, “lo único que estamos gestionando es que ese tráfico sea fluido y se persiga el principio original del Mercosur, la integración”, precisó.
Allí aprovechó para recordar que el año pasado se realizó la II Reunión de Ministros y Gobernadores de Paraguay y Argentina de la Frontera Común, donde trataron justamente los problemas que afectan a las ciudades fronterizas y los modos de encontrar salidas satisfactorias para ambos lados.
Trato digno
El gobernador de Itapúa se reunió con el canciller el viernes, y tras el encuentro dialogó con el programa Acá te lo contamos de Radioactiva 100.7, charla que se replicó en este medio en la edición de ayer. En ese contexto, entre otras cosas, Vergara planteó que con este reclamo no se pretende impedir ningún tipo de control migratorio, sino que se espera se entienda que quienes transitan son paraguayos y argentinos que deben ser tratados adecuadamente.
“Reconocemos que hay inmensa cantidad de gente que transita hacia el lado paraguayo, pero que lleve una demora de más de 13 a 14 horas significa ya un trato inhumano”, indicaba Vergara en el charla.
“El problema es que muchos funcionarios están de vacaciones por lo cual no pueden habilitar todas las casillas de control migratorio, por lo cual creemos que si hay voluntad se puede encontrar una solución, y por lo menos en los meses de enero y febrero se pueda brindar una atención prioritaria con todas las casillas de controles migratorios y aduaneros habilitadas”, sostuvo.
Certificados de salud
La frontera no es sólo para turistas y compradores. Por allí pasan todos los días personas que trabajan en una u otra orilla, y que ven sus tareas dificultadas por la situación. Pero más grave aún es lo que sucede con la atención de la salud. Sabido es que el nivel de atención de la salud pública en Posadas, en el Hospital Madariaga, es uno de los mejores de la región. Por ello, día a día ciudadanos del Paraguay llegan para atenderse en sus instalaciones.
En ese sentido, el director de la VII Región Sanitaria del vecino país, Éver Duarte, señaló en diálogo con medios de Encarnación que unos 40 pacientes renales siguen su tratamiento en el nosocomio posadeño, y que además existe un número indeterminado de pacientes que recibe medicación oncológica en sanatorios privados de Posadas. Para ellos, la situación de colapso en la frontera se torna de vida o muerte. El médico indicó que si bien existe un mecanismo que permite a enfermos crónicos cruzar el puente sin hacer largas horas de espera, tampoco está librado de las dificultades en las horas pico.
Es que las personas que siguen tratamientos médicos en Posadas pueden tramitar un permiso especial, con el certificado médico correspondiente, y con ello evitar las demoras en cruzar el puente internacional.
El paso más transitado y lento del país
El puente San Roque González de Santa Cruz, que debería unir a Posadas con Encarnación pero que en realidad es un suplicio de dos kilómetros, se encuentra colapsado.
Tratar de cruzarlo en en estos días en dirección Encarnación-Posadas puede demandar seis horas, con filas de poco más de cinco kilómetros. En tanto que en un día con “movimiento normal” el pase puede llevar tres horas y media.
Al menos eso es lo que consideran normal desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, que al informar a través de la aplicación que muestra el estado de los pasos fronterizos considera “normal” la lentitud del ingreso a Posadas.
El problema es matemático, se sale del país por una decena de casillas y se entra, a lo sumo, por cuatro, según lo disponga la Dirección de Aduanas, que es la que habilita los accesos.
Cuando el movimiento del tránsito de acceso es “normal” y la espera es de unas tres horas, significa que esa acción se da por cuatro casillas. Cuando la cantidad de casillas se reduce, llegando a ser una sola como denunciaron algunos turistas entre la noche del martes y ayer, la espera puede llegar a seis horas.
No obstante esto, desde Migraciones aseguran que la gran afluencia de visitantes por las fiestas es la que genera un cuello de botella. Pero lo cierto es que aquel que intentó, en cualquier momento del año, atravesar el puente sabe que no se tarda menos de dos horas y media para ingresar a la Argentina.