El paisaje en la ciudad de Villa Gesell se vio alterado drásticamente este verano por una serie de arroyos de aguas cloacales que atraviesan sus calles y desembocan directamente en el mar. Esto genera serios inconvenientes sanitarios y olores nauseabundos.
Según explicaron, la falta de obras que arrastran desde la administración anterior en el sistema de alcantarillas es la razón del problema. Los vecinos, indignados, piden “cuanto antes” declarar la emergencia.
El intendente Gustavo Barrera (Frente para la Victoria) propuso la municipalización del sistema para enfrentar y resolver el colapso de un servicio que hasta la fecha brinda Aguas Bonaerenses (ABSA), una empresa de la Provincia. Pero también hay otras propuestas, como la del concejal del Frente Renovador Hernán Luna, que buscan en principio tener un diagnóstico de la situación.
“En julio del 2105 presentamos un proyecto de resolución para que se declare la emergencia cloacal. Pedimos que Absa haga un relevamiento integral del sistema y nos provea un diagnóstico. Si en temporada baja hay desbordes sabíamos que en el verano íbamos a tener estos inconvenientes”, dijo Luna a la agencia Télam.
El edil descree de la municipalización como solución para resolver un problema que afecta a la imagen del popular balneario, cuya mayor actividad económica es el turismo. Además apuntó que “el municipio está en emergencia económica y no está en condiciones de hacerse cargo”.
Dijo, asimismo, que los desbordes cloacales generan “un montón de problemas como el olor, el riesgo que significa desde la salubridad con o sin damnificados, lo estético, la prestación de servicios y la prensa negativa porque se trata de un hecho objetivo y real imposible de tapar”.
Los arroyos cloacales se formaron este verano en al menos cuatro puntos de la playa (por la avenida Buenos Aires, la 104, 105, la calle del muelle y la 140), bajan en forma incesante y a veces de manera acaudalada hacia el mar.
El entramado principal de las alcantarillas corre por debajo de la avenida 1, la primera calle pegada a la playa que recibe, de acuerdo a la pendiente topográfica, los efluentes de buena parte de la ciudad.
