The Coca-Cola Company y la mexicana Coca-Cola FEMSA anunciaron este miércoles un acuerdo con el gigante anglo-holandés Unilever para adquirir Ades, el negocio de alimentos líquidos de soja con presencia en América Latina, por un monto total de 575 millones de dólares.
La transacción fue aprobada por los consejos de administración de The Coca-Cola Company, Coca-Cola FEMSA (KOF) y Unilever , y está sujeta a aprobaciones regulatorias y condiciones de cierre usuales, dijeron en un comunicado.
Ades, que fue lanzada en 1988 en Argentina, generó en 2015 ingresos por 284 millones de dólares y tiene presencia en Brasil, México, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile y Colombia.
La marca formará parte del portafolio de KOF, el mayor embotellador de Coca-Cola en el mundo, que opera en México, Centroamérica, Colombia, Brasil, Argentina, Venezuela y Filipinas, y para el resto de los territorios The Coca-Cola Company hará acuerdos con embotelladores locales.
“Con esta transacción, extendemos la exitosa trayectoria de los joint ventures con nuestros socios embotelladores en Latinoamérica”, dijo Brian Smith, presidente de Grupo de Latinoamérica de The Coca-Cola Company, citado en el comunicado.
Un producto de matriz argentina
Nacida a finales de la década de 1980, la marca que convirtió al cultivo más importante de la Argentina en un jugo de venta masiva tuvo su origen en Tucumán, en la empresa familiar de Juan Martín Allende.
Allende tuvo la visión de encontrar una alternativa original para agregarles valor a sus cultivos de soja y para ese fin contó con la colaboración en el proyecto de Alejandro Gutiérrez-Herrera, un hombre de experiencia en la industria láctea que, al igual que Allende, valoraba las propiedades proteicas de la soja.
El factor que dio trascendencia al negocio fue encontrar una variante de alimento líquido, diferente a los productos en polvo derivados del grano que se comercializaban en otras partes del mundo. Alcanzar un resultado satisfactorio exigió la visita a plantas de derivados de soja en los EEUU, Singapur, Japón, Hong Kong, Taiwán y Europa central.
Argentina consiguió innovar en su propia versión del producto, que nació en principio con sabor natural y chocolatada, para incorporar más adelante las variantes con jugo de naranja y de manzana. El éxito de combinar la oleaginosa con jugo de fruta tuvo que ver con sumar un sabor atractivo para la comercialización masiva a las propiedades alimenticias del poroto, en un producto 100 por ciento vegetal y saludable.
Con una inversión de USD 10 millones, el 23 de septiembre de 1988 se inauguró el establecimiento de La Colcha, con la presencia del entonces vicepresidente de la Nación, Víctor Martínez, y del ex gobernador José Domato. La capacidad de producción era de unos 5.000 litros de leche de soja por hora.
En 1992 la compañía pasó a manos de Refinerías de Maíz, del holding Bunge y Born, que se interesó en el potencial que ofrecía Ades, cuya producción se había expandido a 1,6 millón de envases de un litro al mes, más otros dos millones de los packs de 200 centímetros cúbicos.
Poco tiempo después de que Refinerías de Maíz fuera adquirida por la filial argentina de la multinacional Bestfoods, Unilever se quedó con la marca en el año 2000, cuando compró las operaciones de Besfoods a escala global.
De ese modo, la firma que tuvo origen en un proyecto familiar en Tucumán, con fuerte impronta argentina por el insumo que procesa, pasó en 12 años a convertirse en una de las ramas de negocios de la empresa de alimentos más grande del mundo.
La multinacional dio un gran impulso a la bebida sobre la base de soja y transformó a la local en una marca de reconocimiento global, con importante presencia en los mercados de América Latina. En 2003 Unilever trasladó la producción de Ades de la localidad tucumana de La Colcha a la moderna planta de la empresa en Pilar, provincia de Buenos Aires.