La mujer se lleva la peor parte a la hora de hablar de cistitis o infección urinaria ya que resulta más común que el género masculino nunca haya sufrido los síntomas de esta enfermedad y no sepan de qué se trata debido a que las estadísticas se encuentran a su favor.
“Entre un 10 y 12 % de la población femenina padece al menos una o dos veces al año cistitis o infección urinaria”, afirmó a Infobae el doctor Juan Carlos Tejerizo, médico urólogo y vicedirector del Hospital Italiano (MP.64828).
Se presenta en mayor medida en mujeres de entre 20 y 50 años de edad cuando inician su actividad sexual como también se potencia al final de la actividad hormonal antes de entrar en la menopausia. Existe también una relación anatómica ya que el sexo femenino posee la uretra muy pequeña cerca de la zona del recto donde la migración de gérmenes a la vejiga es casi inevitable, esto puede dar origen a una de las causas más frecuentes que genera la enfermedad.
“El verano tampoco es el mayor aliado, la deshidratación por la poca ingesta de líquidos acompañado por la transpiración provoca mayores consultas en esta época del año”, agregó.
Derribando mitos. Consejos para prevenir la cistitis
Expertos recomiendan la ingesta de abundante líquido como también evitar la retención de los mismos. Un alto porcentaje de mujeres acostumbran a retener la orina varias veces al día debido a que no suelen ir a cualquier baño. Por costumbres sociales, se piensa que al sentarse para orinar estamos expuestos a contagiarnos cualquier tipo de enfermedad.
“La piel es el órgano que mayor protección posee, a menos que tengamos una herida que permita el ingreso de bacterias, la posibilidad de contagio es mínima. Por supuesto siempre hablamos de baños correctamente higienizados. Es sumamente importante intentar ir al baño por lo menos cada 2 o 3 horas al día”, dijo Tejerizo.
Síntomas para estar alerta
Esta molesta enfermedad suele presentarse comúnmente con mucho dolor a la hora de orinar como también mediante la necesidad constante de ir al baño, puede estar acompañada también de dolores en la espalda y debajo de las costillas. En menor medida, puede ocasionar fiebre, escalofríos y molestias a la hora de practicar relaciones sexuales.
Liliana Ester Bacchi, presidente y fundadora de la Asociación “ARACI”, explicó a Infobae la diferencia entre cistitis, infección urinaria y cistitis intersticial.
La cistitis se trata de una inflamación de la vejiga, que puede ser bacteriana o abacteriana. Por su parte, la infección urinaria se presenta cuando nuestro organismo es invadido por la bacteria que normalmente vive en el intestino, “Escherichia Coli (E coli)”, también pueden presentarse a causa de virus, hongos o parásitos. Puede afectar a cualquier parte del sistema urinario (riñón, uréteres, vejiga urinaria o uretra).
La cistitis intersticial se trata de una enfermedad inflamatoria, crónica, progresiva, cíclica, dolorosa y discapacitante de la vejiga, de causa desconocida. Se origina al empezar a alterarse el epitelio que recubre las paredes vesicales, las que se tornan permeables, pierden su grosor y elasticidad. Al quedar expuestas a la acidez de la orina, comienzan a irritarse, inflamarse, lastimarse, producir pequeños sangrados y en casos de moderados a severos ulcerarse. Esta se presenta en un porcentaje mínimo de la población femenina.
Para poder diagnosticar infección urinaria es necesario hacer una urocultívo o análisis de orina, esto determinará si se trata de una vejiga inflamada o efectivamente de una infección urinaria. Para el tratamiento suele usarse antibióticos que deben ser recetados por el médico de cabecera.