Amy Bonomi y sus colegas explican que el abuso sexual y emocional es omnipresente en la obra, y que “el libro puede perpetuar estándares de abuso, pese a que solo se suele hablar de él como una novela romántica y erótica para el público femenino”.
El trabajo se basa en un análisis sistemátcico de la novela para identificar patrones coincidentes con las definiciones de violencia en la pareja del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Los resultados indican que la protagonista, Anastasia, tiene reacciones propias de una mujer que sufre abusos, incluyendo la sensación constante de amenaza y los cambios de comportamiento para mantener paz en la relación.