Cuando Eduardo Coudet llegó a Rosario Central, pocos confiaban en él. Su estilo “desfatachado” como jugador generaron varias dudas sobre cómo podía encarar al grupo e imponer la disciplina necesaria. Pero el Chacho tapó muchas bocas. Revolucionó al equipo y lo llevó a pelear en todas las competencias que disputó (torneo local, Copa Argentina y Copa Libertadores). ¿Cuál es el secreto del entrenador? “Antes era un delincuente y ahora, un ortiva”, bromea José Chatruc, ex futbolistas y ex compañero de Coudet.
“Ahora es un ortiva… Mentira, mentira. Lo tuve muy poquito de compañeros, porque yo fui a entrenar a la primera y él ya era el Chacho, tenía proyección (coincidieron en Platense). Era un delincuente. Muchas veces, hay cracks, como Bochini, que tendrían que ser los mejores técnicos. Pero no siempre podés hacer docencia sólo con el talento. Coudet debe tener algo. Siempre hay que tener dos o tres experiencias, esta es la primera… Pero algo tiene. Como jugador fue brillante, rindió y trascendió en todos los lugares donde jugó. En Rosario se fanatizó él. se mimetizó. Algo debe tener. Igual hay mucha sanata en el fútbol, cualquiera puede ser técnico. Pero creo que Coudet tiene algo”, reconoció Chatruc, que jugó en Racing y San Lorenzo, entre otros.