En la misma semana en la que el gobierno de Estados Unidos oficializó la importación de limones argentinos, comenzó a circular una videconferencia de junio de 2012 en la que Cristina Elisabet Kirchner habla con Beatriz Rojkés de Alperovich y, entre risas, le dice que habría que “hacerle una estatua en medio de la plaza principal de Tucumán” si logran venderle limones al país norteamericano.
El diálogo comenzó porque la actual presidente del PJ tucumano le estaba contando a la ex presidente que su marido y entonces gobernador de la provincia, José Alperovich, estaba negociando en Washington que el limón argentino vuelva a venderse allí.
Entonces Cristina Kirchner admitió: “Una tarea titánica vender limones en Washington realmente, impresionante. Si logra vender limones hay que hacerle una estatua en medio de la plaza principal de Tucumán”.
En ese momento la ex presidente y la senadora Alperovich estaban inaugurando un parque industrial en San Isidro de Lules, Tucumán.
Luego de la gira de Mauricio Macri por Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump anunció que habilitaría la importación de los limones. La restricción, que había sido impuesta nuevamente con la salida de Barack Obama, se levantó tras una larga negociación entre el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross.