El monasterio de General Rodríguez fue el escenario de uno de los mayores escándalos de corrupción de la Argentina: allí vieron a José López, secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, revolear bolsos que contenían nueve millones de dólares.
A casi un año del episodio, el convento será desactivado. En concreto, lo que sucede es que la Asociación Familia Misionera de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que maneja el establecimiento, perdió entidad formal dentro de la Iglesia.
Así lo determinó el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani. Según se supo, la decisión no tiene que ver con el rol que tuvieron las monjas esa madrugada de junio, sino con la falta de miembros e incumplimiento de requisitos estatutarios de la comunidad. “Me pareció prudente, porque con cuatro miembros (el monasterio) no tenía entidad numérica suficiente y no creció el número de fieles desde que se constituyó”, explicó Radrizzani al diario Perfil días atrás.
La Asociación fue fundada por el ex arzobispo Rubén Héctor Di Monte, un hombre fuertemente vinculado al ex presidente Néstor Kirchner y al ex ministro de Planificación Julio De Vido. Di Monte vivió en el monasterio hasta que murió dos meses antes de que se produjera el arresto de López.
El ex número 2 de De Vido está detenido en Ezeiza desde hace casi un año y fue procesado por enriquecimiento ilícito en tres oportunidades. La primera vez fue tras el episodio de los bolsos; luego por su casa de la localidad bonaerense de Tigre, en la que también está procesada su esposa y otros empresarios; y en último lugar por un departamento del barrio porteño de Recoleta.