Sánchez, de 22 años, fue detenida en un sector residencial de Montería, donde llegó procedente de la ciudad de Cartagena, en la que “estuvo escondida durante varios meses”, dijo la Policía en un comunicado difundido este domingo.
Según las autoridades, “La Diabla”, que adquirió ese apodo de niña “por apartarse de los parámetros religiosos de sus padres”, alertaba a los sicarios del Clan Úsuga sobre los movimientos de la Fuerza Pública, conseguía las armas y las escondía después de los crímenes.
La joven “conoce la verdad” de al menos catorce homicidios ejecutados por la banda
Por esa razón, los uniformados afirman que la joven “conoce la verdad” de al menos catorce homicidios ejecutados por la banda, entre ellos los de siete policías en septiembre de 2014, cuando los agentes fueron emboscados al movilizarse entre los corregimientos de Tierradentro y Puerto López, en zona rural del municipio de Montelíbano, en Córdoba.
Los testimonios a los que tuvieron acceso las autoridades apuntan que Sánchez suministró a cabecillas del Clan Úsuga “datos aproximados sobre el número de uniformados, el tipo de desplazamiento que iban a cumplir, la hora y ruta, para que pudieran planear el acción criminal”.
También es señalada de “brindar información privilegiada sobre pobladores, comerciantes y ganaderos que podrían convertirse en víctimas de extorsión”.
Las autoridades sostienen que Sánchez se hizo popular en la región por participar en peleas callejeras y “relacionarse sentimentalmente con varios cabecillas del Clan Úsuga”, para después pasar a ser integrante activa de la estructura de alias “Cobra Dos”, el jefe narcotraficante en varios municipios de Córdoba.
Sánchez tiene requerimientos judiciales por los delitos de concierto para delinquir con fines de homicidio, extorsión y tráfico de estupefacientes, y según el comunicado policial, ya ha pasado a disposición judicial, donde se dictó prisión preventiva para la joven.