Según un informe oficial del Banco Central, se derrumbaron un 42% los créditos hipotecarios UVA en un solo mes. La cifra se obtuvo a partir la comparación entre junio y mayo del volumen operado para el sector privado de este tipo de créditos: unos 7.600 millones de pesos contra unos 13 mil millones, respectivamente.
Mayo no había sido un buen mes para este sector. La subida del dólar y el “combo” de la devaluación había castigado a las operaciones. Por este motivo, el Consejo Profesional Inmobiliario había advertido que el 25% de las gestiones que iban a concretarse con crédito hipotecario finalmente no se llevaron adelante.
Por otra parte, en junio, todavía no se sabe qué va a pasar con respecto a la combinación de la devaluación y la inflación. Especialistas dicen que en realidad lo que se congeló fue el sector inmobiliario y no solamente el crédito hipotecario. Esto también pudo haberse producido por lo que los relevamientos están dando a conocer: que el mercado no tiene un precio para fijar con tanta volatilidad del dólar.
El salto a 28 pesos de la moneda estadounidense hizo del sector inmobiliario una incertidumbre muy grande y esto se vio plasmado en las proyecciones en los alquileres y las renovaciones.
¿Qué va a pasar con este mercado? Lo que dicen los expertos es que probablemente la oferta va a estar concentrada únicamente en el sector privado. De esta manera, los bancos van a prestar crédito hipotecario a tasas más altas con condiciones más exigentes que dejan a muchas familias, de clase media y baja, fuera de la iniciativa que había sido inaugurada para la gente con menores recursos.
El “colchón”, de ese 20% que exigen la mayoría de los bancos para poder entrar en el crédito, es más difícil de conseguir cuando el dólar empieza a subir.
Por Marcela Pagano