
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de encapuchados tiró piedras contra el vallado que resguardaba la Casa Rosada y prendieron fuego a los tachos de basura que estaban en la Avenida de Mayo, lo que fue respondido por los efectivos de la Infantería de la Policía de la Ciudad con disparos de balas de goma para desalojarlos, gases lacrimógenos y camiones hidrantes.

Con la intervención un gran número de policías de civil, durante el desalojo de la Plaza, hubo varias detenciones, según se pudo observar por las imágenes de televisión que abarcaron desde la Catedral hasta el Congreso Nacional.

Hoy, un total de treinta personas en cuatro comisarías continuaban detenidas.

También se registraron una gran cantidad de heridos leves que fueron atendidos en hospitales porteños y en las ambulancias mismas.