Uno de los principales escándalos de corrupción de la era kirchnerista entra en su etapa final. Una parte del expediente ya se encamina hacia el juicio oral y público y en la otra comienzan a desfilar por el edificio de Comodoro Py imputados diferentes.
El juez Ariel Lijo citó a indagatoria a Ricardo Echegaray, ex director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) durante el kirchnerismo, por su responsabilidad en la maniobra por la cual ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou fue procesado e irá juicio oral público por haberse quedado con la imprenta Ciccone Calcográfica.
Lijo procesó a Boudou debido a que en 2010 -cuando era ministro de Economía de Cristina Kirchner- se quedó con la imprenta privada que iba a ser contratada por la Casa de Moneda para hacer billetes. El procesamiento fue por los delitos de negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho (coimas). El ex vicepresidente se quedó con el 70% de la empresa para sacar a la compañía de la quiebra utilizando sus influencias.
El 18 de agosto pasado, cuando el fiscal Jorge Di Lello requirió la elevación a juicio del caso en cuanto a Boudou, reiteró el pedido de indagatoria para Echegaray. Para el fiscal quien encabezaba la AFIP fue artífice de “la concesión del plan de pagos finalmente obtenido por la empresa Ciccone Calcográfica y además por el previo plan ilegal tramitado” ante el organismo de recaudación. Los compradores de Ciccone en 2010 (Boudou y sus testaferros según comprobó la justicia) solicitaron a la AFIP regularizar su deuda y lo consiguieron.
Lijo citó a indagatoria Echegaray para el día 26 de octubre por el delito de abuso de autoridad debido a que -según informaron fuentes judiciales-quien mandaba en la AFIP primero pidió la quiebra de Ciccone Calcográfica, para luego pedir su levantamiento condicionado a la presentación de un plan de facilidades para el pago. Y finalmente 48 horas después de ello y sin que nada haya cambiado, prestó conformidad incondicional al levantamiento de la quiebra.
Di Lello pidió que fueran a juicio junto a Boudou, su amigo y socio José María Núñez Carmona, su empleado Alejandro Vandenbroele -quien estuvo al frente de la empresa The Old Fund que adquirió la máquina de hacer billetes-; Nicolás Ciccone quien vendió parte de la compañía a Boudou, Rafael Resnick Brenner funcionario de AFIP que participó de la maniobra y Guido Forcieri quien fuera jefe de Gabinete de Economía.
Al frente de la Casa de Moneda estaba Katya Daura, persona de confianza de Boudou. La ex funcionaria que continúa trabajando en la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), fue citada a indagatoria para el día 10 de noviembre. Casa de Moneda, que dependía de Economía, contrató a la empresa Ciccone (luego de comprada por Boudou y sus allegados) para imprimir papel moneda. Es decir que Boudou se contrató a si mismo mediante los oficios de Daura.
También fueron citados a indagatoria Pablo Amato, yerno de uno de los Ciccone quien integró el directorio de la firma Compañía de Valores Sudamericana (el nombre con el que fue rebautizada Ciccone). Máximo Lanusse, que fue presidente de esa sociedad, Jorge Capirone, amigo de Boudou y que fuera vicepresidente de esa firma y Sergio Martínez otro allegado del ex vice implicado en el entramado societario de la maniobra. Entre los que serán indagados, están otros ex funcionarios de Casa de Moneda.
Otra de las decisiones tomadas por Lijo implica que Boudou y Núñez Carmona, Vandenbroele, Ciccone, Resnick Brenner y Forcieri los primeros procesados en el Caso Ciccone estén más cerca del juicio oral y público. El juez, luego de que la fiscalía de Di Lello y la Oficina Anticorrupción -querellante en el Caso Ciccone- solicitaran la elevación a juicio, corrió vista del expediente para que las defensas opinen sobre la elevación de la causa a un Tribunal Oral Federal. Con ese paso el trámite judicial de la parte del Caso Ciccone donde está procesado el ex vicepresidente de la Nación, va rumbo al juicio oral y público.