Malasia, Australia y China anunciaron hoy la suspensión de la búsqueda en el océano Índico de los restos del avión del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, casi tres años después de que desapareciera cuando volaba entre Kuala Lumpur y Beijing con 239 personas a bordo.
Los investigadores dieron por terminado el infructuoso barrido de la zona de búsqueda de 120 mil km2 al oeste de Australia, sin encontrar un solo rastro del aparato.
El avión transportaba a 153 chinos, 50 malasios (13 formaban la tripulación), 7 indonesios, 6 australianos, 5 indios, 4 franceses, 3 estadounidenses, 2 neozelandeses, 2 ucranianos, 2 canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y 2 iraníes que utilizaron los pasaportes robados a un italiano y un austríaco.
Todo comenzó en 2014, el 8 de marzo, cuando Malaysia Airlines informa de que el avión que realizaba el vuelo MH370 había desaparecido. El contacto por los radares se perdió 40 minutos después de despegar.
Comienza una operación multinacional de búsqueda en el golfo de Tailandia, a unos 300 kilómetros de la isla de Tho Chu, donde los radares de Vietnam registraron el último contacto.
Pocos días después se amplía el área de búsqueda al estrecho de Malaca y Hong Kong, zonas apartadas de la ruta original.
Las Fuerzas Aéreas de EE.UU. y expertos de los servicios secretos afirman que el avión continuó volando tras el último contacto por radar. Malasia lo desmiente.
Se investiga la hipótesis de que el Boeing 777-200 desviase su ruta hacia el océano Índico.
La zona de búsqueda se divide entonces en dos corredores: uno que comprende desde Indonesia al sur del Índico y otro que se extiende desde Tailandia hasta Kazajistán y Turkmenistán.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, anuncia que el avión se estrelló en el mar, en un área remota y alejada de tierra en el sur del Índico.
La búsqueda se reorienta entonces a una franja en el Índico situada a unos 2.500 kilómetros al suroeste de Perth.
Para la búsqueda, se crea el Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas (JACC), dirigido por Australia.
En los primeros días de abril, se detectan dos señales “prometedoras” en la zona de búsqueda, de 850 kilómetros cuadrados, al cumplirse un mes de la desaparición del avión.
Australia despliega el vehículo submarino Bluefin-21. Pero el 30 de abril, concluyen la búsqueda en la zona determinada sin hallar rastros del avión. Las operaciones se centran en el fondo marino.
Australia reorganiza la búsqueda: hay que revisar toda la información, realizar un levantamiento barimétrico del área donde se cree que se estrelló el aparato y contratar los servicios de especialistas.
La Autoridad Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) identifica una zona prioritaria de búsqueda en el Índico, de 60.000 kilómetros cuadrados, a través de datos del satélite Inmarsat y comunicaciones del avión.
El mismo informe sugiere que la falta de aire pudo causar la muerte de la tripulación y los pasajeros, y que el avión voló con el piloto automático hasta estrellarse.
Recien el 29 de enero de 2015, Malasia declara como accidente la desaparición del avión y presuntamente muertas a las 239 personas que iban a bordo.
Malasia, Australia y China acuerdan extender la zona de búsqueda a otros 60.000 kilómetros cuadrados.
En julio hallan una pieza del ala de un avión en una playa de la isla Reunión, a unos 4.000 kilómetros al oeste de la zona de búsqueda.
Malasia confirma que el flaperón hallado en Reunión pertenece al avión desaparecido. Es la primera prueba física de que el avión se estrelló en el Índico.
8 de septiembre.- Un informe australiano concluye que la presencia del alerón en Reunión concuerda con la zona de búsqueda y el patrón de corrientes del Índico.
En marzo de 2016, Australia confirma que dos piezas halladas por turistas en playas de Mozambique son “casi con certeza” del avión.
En mayo, Malasia confirma que una mampara de la cabina hallada en la isla Rodrigues y una pieza del carenaje del motor encontrada en una playa de Sudáfrica son del avión desaparecido.
La comisión tripartita sino-austro-malasia acuerda suspender la búsqueda submarina cuando se completen los 120.000 kilómetros cuadrados predeterminados si no aparecen nuevas pruebas que apunten a un lugar específico.
Un informe europeo basado en el patrono de corrientes marinas y el lugar africano donde se encontraron piezas del avión determina que el lugar de impacto del avión fue más al norte del lugar donde se busca.
En septiembre, Malasia confirma que otra pieza del ala hallada en junio en la isla Pemba, en el archipiélago de Zanzibar (Tanzania), es del avión desaparecido.
20 de diciembre un informe australiano dice que el avión se estrelló en una zona de 25.000 kilómetros cuadrados al norte de donde se busca. Pero las operaciones de búsqueda quedan suspendidas definitivamente.
“La decisión no fue tomada a la ligera ni sin pesar”, señaló la oficina que coordinaba el operativo. en un comunicado, en el que aseguró que, pese a todo, las autoridades no quieren perder la esperanza de que el avión sea hallado algún día.