Las declaraciones de Lázaro Báez tuvieron repercusión en Comodoro Py: el juez federal Sebastián Casanello presentó una denuncia para que se investiguen “exhaustivamente” las presiones que el empresario patagónico dijo haber recibido.
En la segunda parte del reportaje, publicado este jueves, Báez aseguró que lo están “apretando” para que se calle. Esos dichos motivaron al magistrado que instruye la causa de la ruta del dinero “K” a solicitar que otro juzgado abra un nuevo expediente en donde el dueño de Austral Construcciones pueda ser citado en carácter de testigo para ampliar sus declaraciones bajo juramento.
La diferencia técnica con respecto a su situación procesal en la causa por lavado de dinero es trascendente. Sucede que un testigo está obligado a comparecer y decir la verdad bajo juramento. Los imputados cuando son llamados a indagatoria -es un acto de defensa- tienen otras posibilidades, entre ellas las de no declarar.
La presentación de Casanello quedó bajo la órbita de Daniel Rafecas, el juez que tiene el caso de José López y que el año pasado cerró la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Kirchner.