Nicolás Caputo, a quien Mauricio Macri definió alguna vez como su “hermano de la vida” vendió la constructora familiar a la desarrolladora TGLT por 2090 millones de pesos, según informaron ambas compañías a la Bolsa.
Según la información oficial, el mejor amigo del Presidente y su familia vendieron el 82,3 por ciento que poseían de Caputo SAICyF, la empresa que fundó el abuelo de Nicolás.
TGLT, una desarrolladora inmobiliaria fundada por Federico Weill en 2005, informó que adquirió ese paquete accionario por $ 2090 millones de pesos, o 15,12 pesos por acción. Al precio actual de la divisa, la operación se realizó por 110 millones de dólares.
Caputo SAICyF tiene activa participación en la construcción de emprendimientos inmobiliarios para empresas y personas. También, a través de la firma SES, participa en obra pública, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires. Su participación en la órbita porteña creció en los últimos años, de la mano de la gestión de Macri al frente de la Jefatura de Gobierno.
Si bien heredaron la constructora familiar, Nicolás Caputo y sus hermanos diversificaron sus negocios. Caputo y Macri fundaron en los 80 Mirgor, una empresa radicada en Tierra del Fuego que comenzó fabricando climatizadores para autos y hoy produce electrodomésticos y equipos electrónicos en esa provincia. Y, en la última década, los Caputo incursionaron en el negocio energético, mediante la compra de empresas generadoras y distribuidoras de electricidad y gas. A través de la firma Sadesa, Caputo tiene un porcentaje accionario de Edesur, entre otras participaciones.
TGLT realizará ahora una Oferta Pública de Adquisición (OPA), para comprar las acciones de Caputo que cotizan en Bolsa.
La venta de la constructora Caputo es la segunda noticia del ámbito de la construcción que impacta cerca del Presidente. El año pasado, el primo de Macri, Angelo Calcaterra, vendió la firma IECSA al empresario Marcelo Mindlin.
Hermanos de la vida Caputo y Macri se conocieron en el colegio Cardenal Newman y cursaron juntos desde primer grado de la escuela primaria. Forjaron una amistad duradera. Cuando ambos estudiaban ingeniería -carrera que Caputo dejó-, fundaron Mirgor, a comienzos de los 80 y con dinero de sus padres.
En 1991, Caputo fue la persona que llevó el dinero con el que la familia Macri pagó el secuestro de Mauricio, en un episodio que marcó la vida de ambos.
Una década más tarde, Caputo acompañó a Macri en su lanzamiento a la política desde el momento en el que el hoy Presidente quiso dar el gran salto.
La relación entre ambos perduró, a tal punto que Caputo fue el principal recaudador de la campaña presidencial de 2015.
En la actualidad, Caputo es una suerte de consejero, ajeno al día a día del Gobierno.
El año pasado, el empresario fue designado cónsul general honorario de Singapur en Buenos Aires. El país asiático tiene uno de los fondos de inversión soberanos más imponentes del mundo.