La Comisión de Conservación de Peces y Vida Salvaje de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) anunció que ha encontrado y capturado al cocodrilo que mató al niño de dos años Lane Graves en un resort en el interior de Walt Disney World, en Orlando, el pasado 14 de junio.
“FWC confía en que el cocodrilo responsable del ataque ha sido removido”, señaló la fundación en un comunicado. “Esta conclusión está basada en el análisis de los expertos y las observaciones del staff con gran experiencia en la investigación de incidentes con cocodrilos. La conclusión tomó en cuenta la proximidad del lugar del ataque y la descripción de los testigos”, indicó el organismo.
El hecho ocurrió la noche del pasado 14 de junio en Seven Seas Lagoon de Magic Kingdon, cuando la familia Graves -originaria de Nebraska– se encontraba en la playa del hotel Grand Floridian Resort and Spa, donde se alojaban. Mientras disfrutaban de un entretenimiento nocturno organizado por la administración, el pequeño fue atacado por el caimán a la vista de decenas de personas. Su padre luchó contra el animal, que tenía entre dos y tres metros de largo, según testigos. No pudo con él. Al cabo de más de 10 horas de búsqueda hallaron el cuerpo sin vida de Lane.
Durante la búsqueda del niño, fueron eliminados cinco caimanes mientras registraban si encontraban restos del cuerpo del pequeño en su interior. El hecho despertó la ira de la organización PETA, dedicada a la defensa de los derechos de los animales. No se sabe qué ocurrió con el cocodrilo atrapado por las autoridades en las últimas horas.
Al tiempo que esto sucedía, Walt Disney World dejó trascender las imágenes de la instalación de los nuevos carteles de advertencia. Esas son las medidas de seguridad que implementó el parque de diversiones de Orlando tras la muerte que enlutó a todos los Estados Unidos. Habían sido diseñados el pasado 18 de junio, pero fueron colocadas en las últimas horas. “Peligro. Permanezca fuera del agua. No alimente a los animales salvajes”.
Walt Disney World podría enfrentar una demanda multimillonaria si la familia Graves se dispone a actuar judicialmente por la responsabilidad de la empresa de entretenimiento en la muerte de su hijo. Todavía no trascendió si habrá un arreglo entre las partes o si finalmente decidirán actuar frente a una corte.
En el comunicado que emitió días después del suceso, la compañía no hizo mención a su responsabilidad en el hecho y no reconoció que fallaron los sistemas de seguridad del parque. La admisión llegó cuando debió colocar más carteles para advertir de los peligros que existían en los lagos repletos de cocodrilos y serpientes.
Los padres de Lane publicaron una corta misiva en la cual agradecían las muestras de afecto y solidaridad de las personas, a las agencias de seguridad que participaron de la búsqueda del niño y a parte del staff de Disney por su ayuda luego del mortal ataque. Por estos días se disponen a dar entierro a su hijo.
