El Gobierno recibirá a la CGT con un complejo escenario de fondo, a un día de reconocer que hay 32,2% de pobreza en el país. No solo esto, sino que tampoco podrá satisfacer uno de los reclamos históricos de los sindicatos: cambios profundos en el desactualizado impuesto a las Ganancias.
La semana pasada la central obrera reunificada amenazó con un paro si no se atendían sus reclamos -entre los que se incluye un bono de fin de año- aunque luego puso paños fríos y adelantó que “agotará todas las instancias” antes de realizar una medida de fuerza.
El Gobierno justamente apuesta al diálogo y algunas concesiones a los sindicatos para desactivar la potencial huelga. Negociaciones en los cambios en Ganancias y eximición de ese impuesto al medio aguinaldo serían dos de los ofrecimientos que haría la Casa Rosada para dejar sin efecto la anunciada medida de fuerza.
En ese caso las negociaciones no serán fáciles, ya que el proyecto del Gobierno prevé leves cambios en el Impuesto, en contra de lo que reclama la central obrera. Ganancias es un tributo coparticipable y cualquier reducción significaría un impacto negativo para el rojo de las provincias que, de todas maneras, acordaron respaldar la iniciativa del Ejecutivo.
El Gobierno aspira además a discutir con los sindicatos herramientas para impulsar la competitividad industrial. Tanto los ministros como la CGT expondrán una serie de medidas para bajar los costos de producción y garantizar la productividad sin bajar los sueldos.
La reunión será encabezada por el titular de la cartera Jorge Triaca, que estará acompañado por sus pares de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, de Producción, Francisco Cabrera, de Salud, Jorge Lemus, y del Interior, Rogelio Frigerio.
Por el lado de la CGT asistirán los miembros de la conducción tripartita, Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer. Se podrían sumar otros miembros de la cúpula como Andrés Rodríguez, Roberto Fernández y Armando Cavalieri, entre otros.
