El PRO, la UCR y Coalición Cívica-ARI (CC-ARI) lanzarán este martes la Mesa Nacional de Cambiemos, en un acto encabezado por el presidente Mauricio Macri junto a Elisa Carrió y Ernesto Sanz. El encuentro servirá para relanzar la alianza gobernante en medio de los ruidos internos que provoca la cada vez más aceitada relación del macrismo con sectores del peronismo, cuando ya empieza a despuntar el proceso electoral para el 2017.
“Un gesto de contención hacia los aliados”, así definieron desde PRO el acto, que se desarrollará a partir de las 18:30 en un local de la calle Defensa al 200, y que tendrá luego de un largo tiempo a los tres socios fundadores de Cambiemos en un mismo escenario.
Recuperada de sus problemas de salud, Carrió asistirá a la cita, pero será su única actividad del día según confirmaron desde su entorno.
El encuentro del que participarán los 25 miembros de la Mesa Nacional servirá para mostrar una coalición ordenada, objetivo que tuvo su prólogo la semana pasada con la reunión de más de 400 intendentes de Cambiemos en el sur de la ciudad de Buenos Aires, organizada por el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.
Es que, por motivos distintos, tanto en la Coalición Cívica como en el radicalismo ven con recelo la relación que algunos funcionarios del gobierno nacional vienen tejiendo con dirigentes del justicialismo, particularmente con los gobernadores de provincias como Córdoba, Salta, La Rioja, Tucumán y Catamarca. Lo mismo sucede con el Frente en la provincia de Buenos Aires.
La fuerza de Carrió tiene impugnaciones “morales” respecto a algunos mandatarios provinciales. Más pragmáticos, los radicales -algunos de ellos con funciones en el gobierno nacional- buscan defender su peso territorial con la ilusión de sumar gobernaciones en el 2019.
Según la agencia estatal Télam, el macrismo no piensa abandonar sus buenas relaciones con los gobernadores, algo que le garantiza cierta estabilidad parlamentaria, pero tampoco está dispuesto a ensanchar una fisura entre los socios de Cambiemos.
Carrió tiene “un fuerte peso simbólico” en la coalición gobernante y los radicales aportan una interesante estructura territorial de la que el PRO aún no puede prescindir: los intendentes de Cambiemos son – mayoritariamente – radicales.
Fuentes de la UCR y la CC-ARI coincidieron en celebrar el avance en la “institucionalización” del espacio que supone la puesta en marcha de esta mesa, que -confían- servirá para equilibrar la relación del PRO con los gobernadores del PJ.
Previo al inicio del acto, los integrantes de la Mesa Nacional mantendrán un encuentro a puertas cerradas, donde se buscará “empezar a plantear bocetos e ideas” de cara a 2017, pero donde se evitará hablar de candidaturas.
En el local partidario de Cambiemos de la calle Defensa estarán, además de Macri, Carrió y Sanz, los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy), María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Ricardo Colombi (Corrientes) y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
También asistirán varios funcionarios de los poderes Ejecutivo y Legislativo, como el Jefe de Gobierno Marcos Peña, el ministro del interior Rogelio Frigerio, los presidentes de los interbloques de las cámaras de Diputados y Senadores, Mario Negri y Ángel Rozas, y el presidente de la cámara de Diputados, Emilio Monzó, entre otros.
La Mesa Nacional estará integrada por Macri, Carrió y Sanz, como socios fundadores de Cambiemos, los titulares nacionales de cada fuerza, José Corral (UCR), Maricel Etchecoin (CC-ARI) y Humberto Schiavoni (PRO), además de los presidentes de los interbloques oficialistas, Negri y Rozas.
Fernando Sánchez y Maximiliano Ferraro, completan las cuatro sillas destinadas a la Coalición, mientras los lugares del PRO estarán también ocupados por Frigerio, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis.
Según lo previsto, durante el acto de oficialización de la Mesa Nacional se emitirá un documento cuyos términos terminaba de redactar durante la noche del lunes el jefe de Gabinete, Marcos Peña, para luego hacerlo circular para su aprobación a radicales y miembros de la Coalición.
