A muchos argentinos les pareció tentadora la idea de vender horas de “amistad” por internet, y que desconocidos puedan alquilar su compañía para hacer juntos todo tipo de actividades, desde ir al parque hasta comer afuera, ir a la cancha o charlar. El interés por esta nueva y curiosa salida laboral llegó un punto tal que, en menos de una semana, la oferta de “amistad por horas” se sextuplicó en el país.
Tras la nota de Clarín que el domingo pasado reveló la modalidad, las redes internacionales de “alquiler de amigos” quedaron sorprendidas ante una inédita ola de pedidos de argentinos de todas partes del país que se postulaban para convertirse en “amigos de alquiler”.
Rent A Friend (“Alquilá un Amigo”), la principal plataforma a nivel mundial, de origen estadounidense, venía con algo más de 200 prestadores en el país, mayormente en Buenos Aires. Pero, en los últimos cinco días, logró reclutar oferentes a un ritmo de 220 nuevos por día en todo el país.
Así, los miembros de esa red que busquen compañía en Argentina pueden ya elegir su acompañante dentro un catálogo con más de 1.300 perfiles activos, cada uno con sus respectivas fotos, una presentación y una lista de las actividades que están dispuestos a realizar.
“Los ‘amigos’ argentinos se ofrecen para salir de paseo, ir al cine y hacer salidas nocturnas con las personas que los alquilan, entre muchas otras. Sólo en Buenos Aires se acaban de sumar 500 personas y el resto está en el interior”, comentó Scott Rosenbaum, el fundador de la empresa.
En Córdoba, por ejemplo, ahora se puede contratar a 24 “amigos por hora”. En Mar del Plata, a poco del verano, ya aparecen 17; en Mendoza unos 11 y otros 10 en Rosario.
“Son personas de todas las edades, desde los 18 años hasta los 65. Y predominan los varones, aunque levemente: el 57% son hombres y un 43% son mujeres”, agregó Rosenbaum.
La otra web que compite en el rubro es la brasileña Rent a Local Friend, más orientada a turistas que buscan contactarse con vecinos de las ciudades que visitan. En este caso, sólo 10 personas ofrecían el servicio en el país, con tarifas por día, mayormente en Buenos Aires. En los últimos días, su “catálogo” creció un 70% con presencia en Capital, Mendoza y Paraná.
Lo que hacen las plataformas es sólo vincular a personas demandantes de compañía con extraños simpáticos capaces de brindársela, a cambio de dinero. “Sólo se admiten relaciones platónicas amistosas, sin contacto físico”, aclaran, para evitar malentendidos. Y cada vínculo deja calificaciones públicas, para mayor seguridad.
Una vez en contacto, ambas partes negocian libremente la tarifa, que suele arrancar en $ 150 la hora y puede abonarse en efectivo o con tarjeta. Cuando el servicio dura un día entero, el precio en Buenos Aires ronda los $ 1.500. Además, corren por cuenta del contratante todos los gastos vinculados a la salida, como los de entradas, traslados, comidas y bebidas.
Conocer gente nueva, hacer salidas divertidas “de arriba” y, como si fuera poco, recibir un pago por cada hora de diversión. El combo llamó la atención, y más en una época donde todo ingreso extra resulta más que bienvenido.
Por: Martín Grosz