Twitter va camino a consagrarse como una de las redes sociales con mayor violencia y agresión. Miles de millones de tuits se lanzan al ciberespacio por día para expresar sus pensamientos y opiniones, pero, 10 años después de su lanzamiento, la plataforma no modera los contenidos de texto y esto facilita que surjan todo tipo de insultos.
Si bien cada usuario puede denunciar una cuenta o un tuit que contenga una agresión, este método no resulta demasiado efectivo para quienes son víctimas constantes de los trolls o haters –personas o cuentas dedicadas a insultar, agredir o molestar en internet–. Estadísticas recientes indican que a pesar de los esfuerzos para hacer que la web sea un ámbito más favorable para la mujer, la misoginia continúa siendo un flagelo en las redes sociales.
Demos, una empresa británica especializada en investigación y políticas sociales, publicó cifras actualizadas sobre el abuso en Twitter como parte de una campaña contra el acoso. Según este grupo de expertos, los usuarios angloparlantes –masculinos y femeninos– enviaron, durante un período de tres semanas, entre abril y mayo, aproximadamente 200 mil mensajes agresivos que contenían las palabras “zorra” y “puta”. Esto equivale a 6,6 tuits abusivos por minuto o más de 9 mil por día. Los tuits fueron dirigidos a 80 mil personas, entre ellas Hillary Clinton, Michelle Obama y Beyoncé.
Sin embargo, un aspecto interesante de este informe no son los nuevos números en sí, sino la inexistencia de acciones por parte de la red social. Como explicaron desde Demos en un comunicado, lo que hicieron en primer lugar fue rastrear las palabras “zorra” y “puta”; luego usaron un programa de procesamiento de lenguaje llamado Method52 para determinar qué casos pretendían ser humoradas y cuáles eran en realidad abusivos. Así se llegó a la alarmante cifra. En otras palabras, Demos desplegó una herramienta automatizada para identificar el abuso con precisión sin que un usuario tenga que reportarlo manualmente.
Method52 fue desarrollado por la Universidad de Sussex y el Centro para el Análisis de los Medios, en 2012 y es “un producto para ayudar a identificar tuits sospechados de abusivos y limitar su alcance”.
Eso es significativo, ya que las víctimas de diferentes tipos de acoso online han estado pidiendo a Twitter que construya una herramienta automatizada de estas características hace años. Un medio que identifique el abuso y lo derive a moderadores sin que las víctimas asuman la carga de tener que denunciar por sí mismos.
Alex Krasodomski-Jones, investigador en el centro para el análisis de las redes sociales de Demos, dijo que el estudio mostró que mientras el mundo digital había construido nuevas oportunidades para el debate público y la interacción social, también cimentó nuevos campos de batalla sobre los peores aspectos del comportamiento humano.
“Este estudio sobrevuela lo que es, en última instancia, una experiencia muy personal y a menudo traumática”, dijo. “Aunque nos hemos centrado en Twitter, que fue considerablemente más generoso en compartir sus datos con nosotros, es importante tener en cuenta que la misoginia es frecuente en todos los medios de comunicación social. Este es un claro recordatorio de que no somos tan buenos ciudadanos online como lo somos offline”.