Las calles, plazas, parques, escuelas, esquinas, puentes y demás espacios públicos que durante la última década hayan sido bautizados con el nombre del ex presidente Néstor Carlos Kirchner podrían ser renombrados si prospera la nueva iniciativa del Gobierno.
Un anteproyecto -que ya circula en el Congreso- prohíbe que los lugares públicos lleven el nombre de personas que hayan fallecido hace menos de 20 años. La clave está en que la norma regiría en forma retroactiva.
La iniciativa contempla la creación de una comisión bicameral para la Denominación de Bienes y Espacios Públicos, donde legisladores de distintos bloques se ocupen, precisamente, de la imposición de nombres de estos lugares.
La novedad se conoce a pocos días de que el titular del Sistema Federal de Medios manifestara que es necesaria una “ley que regule estas decisiones sobre los criterios para imponer nombres” para fortalecer “este cambio cultural imprescindible”.
Uno de los artículos del primer borrador indica que “los nombres que se impongan a los bienes y lugares públicos mencionados deben estar directamente relacionados con la República Argentina o bien revestir importancia indiscutida en el orden nacional o universal”.
“En ningún caso pueden designarse calles o lugares públicos con nombres de personas antes de haber transcurrido veinte años de su muerte o desaparición forzada, o de haber sucedido los hechos históricos que se tratan de honrar”, dice otro punto.
El texto también aclara que no se podrán utilizar “nombres de autoridades que hayan ejercido su función contra el orden democrático” ni “denominaciones contrarias a los valores democráticos la paz y la concordia social, o que signifiquen una ofensa a cualquier persona o grupo”.
El séptimo artículo es probablemente el que más dará que hablar. Allí se explicita que “las restricciones son de aplicación a las denominaciones existentes en la actualidad, las que deben adaptarse en un plazo de 120 días”.
Es decir que, de aprobarse la iniciativa oficial, todos los espacios públicos que se llamen Kirchner -incluido, desde ya, el ex edificio de Correos- deberían ser renombrados en un lapso de cuatro meses.