Bautista Surra Iacchetti tiene 7 años y cursa segundo grado en un colegio del barrio porteño de Caballito. Pero en abril pasado dejó de asistir a la escuela luego de que lo médicos del Hospital Italiano, tras unas semanas de fiebres esporádicas y cansancio, le diagnosticaran leucemia.
Según explicó su familia, en este momento se encuentra terminando la última etapa del tratamiento de quimioterapia, pero necesita cuanto antes un donante de médula ósea compatible para aumentar sus chances de sobrevida.
El tipo de leucemia que padece Bautista es la linfoblastica aguda ph1+ (cromosoma Filadelfia positivo), un tipo de cáncer de la sangre de alto riesgo. La afección puede comprometer órganos y sistemas, y hasta puede causar la muerte si no se trata a tiempo.
Estas enfermedades pueden ser tratadas con un trasplante de CPH, conocido popularmente como trasplante de médula ósea. Siempre la primera opción es hallar un donante dentro del grupo familiar. Pero las pruebas de compatibilidad realizadas en los padres y una hermana de 10 años de Bautista dieron negativas, por lo que continúan en la búsqueda a través del Incucai de un donante compatible con el paciente, búsqueda que pasó a ser internacional.
“Estamos a la espera. mientras no se consiga un donante se sigue la quimioterapia, que ya está finalizando la tercera etapa. Si el donante no aparece, se sigue con la cuarta y última etapa”, explicó Diego Surra, papá de Bautista, a Infobae.
“El nene está dentro de todo bien. Extraña a sus compañeritos de colegio, extraña su vida normal”, describió el padre de Bauti, que recibe el apoyo y el cariño de cientos de personas a través de la cuenta de Facebook Un dibujo para Bauti.
“De ánimo tiene sus días buenos y malos. La sigue peleando, pero no le gusta estar internado”, dijo Surra.
La familia de Bautista atraviesa un duro momento que pone a prueba la fortaleza de todos a cada instante. Por momentos el nene puede volver a la casa, pero si le da fiebre deben salir corriendo a la clínica, no importa si son las tres de la mañana. “Esto te cambia la vida. Te cambian las prioridades. Pero tratamos de que la pase lo mejor manera”, contó el papá.
Por último, pidió “que la gente tome conciencia de la importancia de acercarse a donar para Bauti y muchos niños más que lo necesitan”.
Para donar hay que acercarse al Hospital Italiano o al Incucai, a nombre de Bautista Surra Iachetti. Si el código genético del donante no es compatible con el de Bauti, quedará en un banco a la espera de otros pacientes.
Lo que hay que saber de la donación de médula ósea
La donación de médula ósea tiene la particularidad de ser un “trámite” sencillo y rápido, que no causa dolor ni riesgo de vida. Importante: ser donante de órganos no significa ser donante de médula. Y la médula ósea no es la médula espinal.
En principio, sólo se trata de dejar una prueba de sangre. La donación sólo se hará efectiva una vez que se compruebe la compatibilidad del código genético (HLA) con el del paciente.
En ese caso, se trata de una única donación, hecha por un dador vivo, en la que se dona un órgano (la médula) que se regenera por completo pocos días después de la donación.
Para ser donante se requiere estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilos.
Una vez realizada la autorización (consentimiento informado), se tomará una pequeña muestra de la unidad de sangre del donante para realizar el análisis de su código genético (HLA).
Los datos de HLA se ingresan a la base informatizada del Registro Nacional que, a su vez, integra una Red Internacional que agrupa a más de 28 millones de donantes en todo el mundo.
Las CPH sólo se donan si hay alguien que lo necesite y sea un 100% compatible su código genético (HLA).