Estos tres países, que habían cerrado totalmente sus mercados a comienzos de esta semana, aceptaron prohibir únicamente los productos provenientes de las 21 fábricas investigadas por las autoridades.
El caso, que afecta en particular a los dos gigantes del sector JBS y BRF, sacude a uno de los sectores más fuertes de la economía del país, que entró en recesión en 2015.
La crisis se agrava al sumarse a explosivas revelaciones sobre la corrupción sistemática vinculada a los mercados públicos de la compañía petrolera estatal Petrobras.
Una veintena de países cerraron parcial o totalmente esta semana sus puertas a la carne brasileña, cuyas ventas aportaron más de 13.000 millones de dólares a la economía del gigante sudamericano en 2016.
China es el segundo comprador de carne vacuna brasileña –después de Hong Kong– y el segundo de carne aviar con 703 y 859,5 millones de dólares en importaciones en 2016.
El ministro de Agricultura, Blairo Maggi, dijo a TV Globo que está previsto que el embargo chino se levante “a partir del lunes” 27 de marzo.
Egipto, tercer comprador de carne bovina de Brasil con 551,2 millones de dólares en importaciones al año pasado, también anunció el levantamiento de su embargo.
Chile, de su lado, es el sexto comprador de carne roja brasileña con más de 300 millones de dólares al año.
El caso comenzó cuando la policía brasileña reveló el viernes 17 que grandes exportadores de carne habían sobornado a inspectores sanitarios para autorizar la venta de carne adulterada.
Desde entonces, las exportaciones se desplomaron, pasando de un promedio de 63 millones de dólares diarios antes del escándalo a apenas 74.000 dólares el martes, según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las autoridades brasileñas se movilizaron para reducir los daños, tanto a nivel del mercado interno como de los principales compradores extranjeros.
El presidente Michel Temer, que el domingo invitó a los embajadores de varios de los principales países compradores a un asado, destacó en varias ocasiones que sólo 184 partidas de carne habían sido cuestionadas por la investigación, cuando Brasil exportó 853.000 partidas en 2016.
El mandatario también dijo que apenas 21 de las más de 4.000 plantas de transformación que operan en el país están bajo la lupa de las autoridades.
El Ministerio de Agricultura evocó en un comunicado el “trabajo incansable” realizado por la cancillería para lograr la reapertura del mercado cárnico.
Los esfuerzos, señaló, se han centrado en explicar que las investigaciones tienen que ver únicamente “con la corrupción de varias personas” y “en ningún caso con la calidad de los productos”
Tras el estallido del escándalo, Hong Kong anunció que “la totalidad” de la carne ya comprada a las 21 plantas brasileñas investigadas sería devuelta.
También la Unión Europea informó que “todas las partidas de carne provenientes de los establecimientos implicados en el fraude y que están actualmente en ruta hacia la UE serán rechazadas y devueltas a Brasil”.
Pese a la apertura progresiva de los mercados, el escándalo ya ha tenido consecuencias directas para las empresas involucradas.
El gigante JBS, una de cuyas plantas está bajo investigación, anunció el jueves la suspensión por tres días de la fabricación de carne bovina en 33 de sus 36 unidades de producción. El miércoles, 280 trabajadores de dos plantas de otras empresas fueron despedidos.
• Suiza amplió restricciones
El Gobierno suizo ha ampliado la suspensión de la importación desde Brasil de carnes a los 21 productores afectados por el escándalo de la mafia que vendía productos caducados, informó hoy el Departamento federal para la Seguridad Alimentaria y Asuntos Veterinarios.
De acuerdo con el Gobierno y con carnicerías en Suiza no se han llegado a vender por el momento carne vencida, indica la agencia helvética ATS, que señala que las autoridades helvéticas consideran desproporcionada una prohibición total de las importaciones.
Hace una semana Suiza impuso la suspensión temporal a la importación de carnes brasileñas de cuatro compañías en línea con las medidas tomadas en la Unión Europea (UE).
Suiza pidió entonces además al servicio veterinario fronterizo de que refuerce el control de exportaciones de carnes afectadas desde Brasil, dado que comparte fronteras con países comunitarios como Alemania, Francia, Italia y Austria.