Boca consiguió el triunfo más oportuno. Por la séptima fecha de la Superliga, superó 3-1 a Colón, luego de atravesar su semana crítica, en la que cayó 2-0 ante River en el Superclásico y luego quedó eliminado frente a Gimnasia (0-1) en los octavos de final de la Copa Argentina. Lisandro Magallán, Mauro Zárate -de penal) y Carlos Tevez convirtieron los goles para el conjunto de Guillermo Barros Schelotto. Gonzalo Bueno descontó para el Sabalero.
El triunfo no sólo le sirvió al Xeneize para que no se le escapara más Racing en la cima de la Superliga (le lleva seis unidades), sino también que representa el oxígeno que Boca necesitaba para dejar atrás los dos tropiezos y enfocarse con optimismo en el duelo ante Cruzeiro por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores.
El Boca remozado, con futbolistas con poca o nula acción en la temporada, como Gino Peruzzi, Fernando Gago, Julián Chicco y Cristian Espinoza, comenzó apostando a su estilo: triple 5, pero búsqueda por las puntas, con la velocidad de Villa como bandera.
Colón presentó un planteo curioso: si el Xeneize recayó en el “falso 9”, el conjunto de Eduardo Domínguez directamente no incluyó delanteros naturales. Alan Ruiz, enlace de buen juego de espaldas, inició como ariete, con Bernardi y Mariano González por detrás, y la intención de juego en bloque, corto, o apelando a las pelotas cruzadas.
A los 15′, Lisandro Magallán desató las tensiones tras la semana crítica: tras un córner, Nández peinó con pericia y el defensor irrumpió con olfato para anotar el 1-0.
El Sabalero empujó en desventaja y asustó con un par de centros y un remate furioso de Clemente Rodríguez que se topó con una gran volada de Agustín Rossi. Pero a los 32′ el local se puso 2-0 gracias al penal ejecutado por Mauro Zárate y generado por la corrida de Villa.
Desde los estiletazos de Gago, con la velocidad del colombiano, Boca le tomó el sabor al partido y fue lastimando con transiciones rápidas, aunque sin plena calma, dado que, con la aparición de los volantes, la visita inquieto, por ejemplo, con un cabezazo de Mariano González sobre el filo del primer tiempo. Y sembró la duda: ¿con un 9 podría haber usufructuado mejor las grietas del fondo auriazul?
En la segunda parte, el partido ganó en aspereza, pero perdió ritmo. Colón volvió a tener la oportunidad de descontar, pero Rossi resolvió con agilidad un remate esquinado de González. Recién a los 22′ de la etapa complementaria, Domínguez “se la jugó” con el ingreso de un delantero (Gonzalo Bueno) por el mencionado González. A los 27′, duplicó la apuesta y lanzó al césped al juvenil Leguizamón por Bastía.
Pero fue Boca el que terminó encontrando el 3-0: a los 34′, el ingresado Tevez se buscó el hueco y, con un remate al rincón, firmó la goleada.
En conclusión: un empujón para Boca de cara al encuentro del jueves a las 21.45 en Belo Horizonte. Una pausa a los cuestionamientos al ciclo de Guillermo Barros Schelotto. Y en el momento preciso.