Se vuelve con un sabor horrible, Boca. Tuvo todo para sacar un gran resultado en la semifinal de ida de la Copa Libertadores ante Independiente del Valle, pero perdió 2-1.
Empezó ganando temprano el Xeneize, algo ideal en la altura de Quito. A los doce minutos, Pablo Pérez abrió el marcador tras una floja respuesta del arquero Librado Azcona. Manejaba el reloj y también el resultado. Su rival casi no inquietaba, y cuando lo hizo a Boca lo salvó un parate en el partido por una baja de tensión en la iluminación. Recuperó aire y siguió como antes.
Y hasta pudo ponerse 2-0 en el descuento, cuando Azcona agarró ¿en la línea o adentro del arco? un remate del propio Pérez.
No se puede decir que en el segundo tiempo Independiente del Valle haya hecho méritos para ganarlo, pero el equipo argentino aflojó y su rival ligó: a los 16, Leonardo Jara se resbaló cuando iba a despejar una pelota del área y apareció Bryan Cabezas para poner el 1-1.
Y a los 31, Frank Fabra no la reventó y de allí surgió el segundo tanto ecuatoriano, con una gran maniobra de José Angulo para darse vuelta y definirle cruzado a Agustín Orión. Para peor, en la última jugada Azcona encontró un cabezazo del Cata Díaz, y después le tapó el rebote de Andrés Chávez.
Así, el jueves próximo se definirá un finalista de la Libertadores en la Bombonera. A Boca le alcanza con ganar 1-0 para meterse en la definición.
