Bastan 7 minutos para hacer bien el amor

¿Sabías que para hacer bien el amor bastan 7 minutos? Lo afirma un estudio que no te dejará en absoluto indiferente.

¿Sabías que para hacer bien el amor bastan 7 minutos? Lo dice un experimento reciente sobre el tema, titulado “Pausa”. Eso sí, si las relaciones sexuales, para estar bien, no deben exceder de 7 minutos de duración, quedan excluidos los preliminares.

Las consecuencias negativas afectan no sólo al placer, sino también a la salud del hombre, con daños demostrados en la próstata. Sin embargo, se trata de una gran noticia para todos aquellos que tienen problemas con la eyaculación precoz (una de las 5 disfunciones sexuales masculinas más frecuentes), y para cualquier persona que se esfuerza por extender ese tiempo. Y es que, según se afirma, no durar no ser sinónimo de fracaso!

7 minutos, esta duración ideal del momento erótico. La superación de este umbral no sólo no se recomienda para el placer, sino que incluso podría dar lugar a daños en la próstata.

La investigación que lo ha descubierto se llama “Pausa”, dirigida a evaluar los efectos de un medicamento anti-eyaculación precoz, llevado a cabo por la sociedad italiana de urología y publicado en la revista internacional, European Urology.

Descubre por qué la eyaculación precoz es un problema infravalorado

La eyaculación precoz, como bien saben los chicos, es muy común, y lo sufren cerca de 4 millones de españoles. La buena noticia es que, precisamente, el momento de máxima implicación erótica no requiere demasiado tiempo, según lo confirmado por el profesor Vincenzo Myron: “Insistir para extender más allá de este tiempo te lleva a prácticas como el coito interrumpido y luego reanudado, que puede provocar una distensión hiper de la próstata y causar inflamación”.

Y para los que miran a los 7 minutos como una meta imposible, los expertos recomiendan un poco de actividad física y alguna sesión de meditación, para aliviar los nervios.

Aunque al parecer, los estimulantes como el alcohol y las drogas, deben ser estrictamente evitados porque muy a menudo afectan a la calidad de las relaciones sexuales.