Alfonsina Storni 4477, en José León Suárez. Para muchos es una dirección más, pero para los vecinos significa el hogar del “monstruo”: Darío Baradacco. Allí fueron encontrados los restos de Araceli Fulles, quien había desaparecido el 1 de abril. La joven de 22 años llevaba dos semanas ausente y fue encontrada en la obra en construcción que hay en el fondo de la casa.
Pero el hogar ubicado en el partido de San Martín fue testigo de otras atrocidades dignas de películas de espanto. En ese lugar, Baradacco no solo habría abusado de Araceli y luego brutalmente asesinado, sino que dos años atrás presenció el abuso constante del hombre de 29 años a su pequeña hijastra de tan sólo tres años.
Fue Juan Ángel Rojas, ex pareja de la mujer de Baradacco: Claudia Guzmán, quien lo denunció por abuso sexual agravado a su hija. Fue la pequeña quien habría revelado los atroces actos del principal sospechoso de la muerte de Araceli. “Me duele el agujerito. Darío me toca el agujerito. Me metió el dedo y un palo (sic)”, le dijo su hija.
En estado de shock absoluto, Rojas tomó a su hija y se dirigió, según la propia denuncia, hasta el Hospital Vicente López y Planes, de la localidad de General Rodríguez. Allí, el estufacto padre de la nena se enteró de otro oscuro secreto de la casa del terror. En ese mismo lugar, su hijo de cinco años sufrió duros castigos en la espalda.
Al ver el estado de la pequeña, los profesionales determinaron el abuso y se percataron de que su hijo presentaba lesiones en su espalda producto de los golpes que el acusado de matar a Araceli le habría realizado con un cinturón al tratar de dejar en evidencia su accionar.
En esa misma casa de la calle Alfonsina Storni fue encontrada Araceli desnuda, a 35 centímetros de profundidad, cubierta con cal y cemento, como si se tratase de una improvisada tumba.
Según las pericias, la joven fue ahorcada, posiblemente con un precinto de plástico y la habrían asesinado en ese mismo lugar, el mismo día de su desaparición. Los vecinos del lugar evitan pararse en la misma cuadra del domicilio, intentan no pasar por la zona. Saben que fue el hogar de un monstruo, por lo que desde hace unos días tratan de no caminar por ahí.
El detenido tenía tres antecedentes penales: el primero en 2012 por “tentativa de robo”; el segundo por “encubrimiento” en 2013, y el último por “robo”, todos cometidos en el partido bonaerense de San Martín.
El último, por abuso agravado de menores, no prosperó por culpa de la madre de la nena de tres años y actual pareja de Baradacco. La misma, pese a que la causa había sido derivada a la UFI 4 de San Martín, negó los hechos y la fiscalía terminó por archivar la denuncia.