La educación especial fue el eje de la última reunión del Consejo Federal de Educación en San Juan. Los ministros de todo el país están discutiendo una resolución para ordenar la cuestión más crítica de esta modalidad: la acreditación y certificación de los alumnos. Hoy el panorama es heterogéneo en las distintas provincias, pero las historias se repiten a lo largo y a lo ancho del país: los chicos que terminan la escuela especial no siempre tienen garantizado el acceso al título, sea primario o secundario.
En Capital, el caso más conocido es el de Alan Rodríguez, un joven con síndrome de Down que finalizó 5° año en una escuela común en 2013, pero desde entonces está esperando que le den el título. “Fui a la misma escuela (Jesús María de San Vicente de Paul, de gestión privada) desde sala de 3. Ahí hice mi primaria y mi secundaria. Aprendí, rendí, fui avanzando, alcancé los logros educativos que me propuso la escuela. Lo hice con el apoyo de una maestra integradora y una currícula adaptada”, explica Alan en una petición iniciada en la plataforma Change.org, que ya tiene más de 160 mil firmas de apoyo.
“La falta de título me imposibilita acceder a un trabajo o seguir estudiando”, afirma Alan, quien con el patrocinio de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia presentó un amparo para que la Justicia de la Ciudad le otorgue el título. La causa está en el Juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario N° 1, a cargo de Elena Liberatori; ahora Alan y su familia se encuentran a la espera de la sentencia.
También en Córdoba hubo una polémica en 2015, cuando el gobierno sacó la resolución 0081/2015, que estableció que los títulos de las escuelas especiales de la provincia no tendrían validez nacional. “Con una resolución que aclare las trayectorias y los mecanismos de titulación a nivel nacional se empezaría a saldar la deuda con el derecho a la educación de los chicos con discapacidad”, explica Gabriela Santuccione, coordinadora del Grupo Artículo 24, que nuclea a más de 150 organizaciones de todo el país dedicadas a este tema.
En la Argentina hay 97.741 alumnos en escuelas de educación especial, sumando nivel inicial, primaria y secundaria. En el sistema educativo hay 73.406 alumnos integrados a la educación común, como en el caso de Alan. Santuccione cuestiona: “Para los alumnos integrados, la entrega del título depende de cada jurisdicción. Hoy está librada a la buena voluntad de los funcionarios y de cada escuela. Así,la inclusión termina siendo una ficción. Si un chico aprueba lo que la escuela le enseñó, ¿por qué le niegan el título?”.
Alfredo Dillon