Después de cuatro meses de estar varados en Brasil por una orden judicial y después de pasar casi tres semanas en una prisión carioca, una jueza de Río de Janeiro autorizó hoy la salida del país a los cuatro rugbiers argentinos que habían protagonizado una pelea en un bar en la que un comisario de policía acabó con la mandíbula fracturada.
En una audiencia de más de cinco horas, la magistrada Gisele Guida, del 41er. Tribunal Criminal de Río oyó hoy a los cuatro acusados de “lesiones graves”, Hernán González, 35, Patricio Velázquez, 34, Tomás Fernández, 33, y Adrián de Donato, 31, todos jugadores del club bonaerense Los Cedros, así como al comisario de la Policía Civil Gustavo Rodrigues, y testigos de ambas partes, y decidió que no existen ya motivos para que los argentinos no puedan volver a su país a la espera de una definición del juicio.
“Ahora estamos esperando que les devuelvan sus pasaportes y terminar toda la documentación necesaria, pero esperamos que mañana, jueves, ya emprendan su regreso a Buenos Aires”, informó anoche a LA NACION el abogado de los deportistas, André Perecmanis.
Los cuatro jóvenes eran parte de un grupo de rugbiers que habían venido a jugar unos partidos amistosos y la madrugada del 11 de marzo se vieron envueltos en una discusión con brasileños mientras tomaban unos tragos en el boliche Palaphita Kitch, dentro del Jockey Club, en el barrio de Gávea. En la pelea que siguió, Rodrigues -quien no vestía uniforme ni se presentó en ningún momento como efectivo policial- resultó lesionado. Agentes de seguridad del local intentaron controlar la situación pero llamaron a la policía, que detuvo a siete de los argentinos, tres de ellos en la puerta del local, donde no habían participado siquiera de la confusión: Matías Tapia, Fermín Ibarra e Ignacio Iturraspe.
Ellos tres fueron primero dejados en libertad condicional pero después de que un juez aceptó un recurso legal y les permitió salir del país, la jueza Guida ordenó que también quedaran tras las rejas en el Complejo Penitenciario de Gericinó e hizo que fueran retirados del avión en el que tenían planeado volver a la Argentina.
Finalmente, a fines de marzo, los siete quedaron en libertad condicional pero a González, Velázquez, Fernández y De Donato no se les autorizó a abandonar Brasil.hasta ahora.
La defensa de los jugadores siempre argumentó la inocencia de sus clientes y presentó como evidencia un video en el que se ve que ninguno de los cuatro acusados fue el que golpeó al comisario Rodrigues. Las imágenes en cambio muestran que el agresor fue otro jugador del equipo que ya había regresado inmediatamente a la Argentina, desde donde envió un documento legal reconociendo su responsabilidad aunque negó presentarse personalmente aquí.
“Estamos contentos de que por fin haya primado la lógica. Ahora la jueza pidió declaraciones por carta rogatoria a otros tres jugadores que fueron testigos de la pelea y una vez que cuente con todos los elementos decidirá si condena o absuelve a los acusados”, explicó Perecmanis al salir de la audiencia, en la que la magistrada no permitió ni la presencia de autoridades consulares argentinas ni de la prensa.