La Inmunodeficiencia Felina (VIF) que afecta a los felinos, hace que sus defensas sean bajas y queden expuestos a varias enfermedades. El virus tiene un largo periodo de incubación y desarrollo sintomático.
La enfermedad actúa destruyendo paulatinamente las defensas del animal afectado, generando inmunodeficiencias que desemboca en múltiples infecciones y complicaciones crónicas.
“Hay que impedir que el animal pelee con otros gatos infectados. Se contagia por medio de la saliva. Hay que evitar la sobrepoblación de felinos y siempre recurrir a la castración, tanto en machos como hembras. El contagio es rápido pero puede pasar mucho tiempo hasta que aparezcan síntomas”, precisó.
El dueño puede darse cuenta de que su mascota está afectada porque presenta debilidad muscular, ganglios linfáticos aumentados de tamaño y les cuesta comer por problemas en la boca.
“Cuando vemos que algo anda mal hay que hacer una prueba para detectar la enfermedad. Hay que hacerlo rápido. No tiene cura. Se trata dependiendo del caso, con ciertos cuidados, se evita que el animal se deteriore. Se garantiza buena calidad de vida”, detalló.
Por último, señaló que las personas no tienen riesgo de contraer la enfermedad.