– “Mis hijos me piden que no pierda, que se quieren quedar más días en Australia”, confesó Roger Federer después de uno de sus triunfos en el primer Grand Slam del año. Les cumplió el deseo, porque se consagró campeón. Hoy, cinco meses después, el suizo les volvió a regalar otro título a sus cuatro herederos: ganó su octavo trofeo en el Wimbledon tras vencer a Marin Cilic en la final. Y lo hizo frente a la atenta mirada de los niños, que vieron todo el partido desde el palco junto a su madre, la ex tenista Mirka Vavrinec.
El ex número 1 del mundo, considerado por muchos como el mejor tenista de la historia, tiene cuatro hijos, sendos pares de mellizos. Las mayores son Myla y Charlene, que el próximo 23 de julio cumplirán 8 años, y los menores son Leo y Lenny, de tres años. Las cámaras de la transmisión los enfocaron a los cuatro cuando su padre lloraba de la emoción en el campo de juego. Emocionados, los niños no dejaban de aplaudir.
Los hijos de la leyenda.