Cansada de tener en el cajón de su mesa de noche lo que ella denominaba “un cementerio de vibradores baratos”, la diseñadora industrial de 31 años Janet Lieberman se propuso crear el dispositivo íntimo superior, que no solo estuviese mejor fabricado pero también ideado desde el primer momento con el placer de la mujer en mente.
Armada con su título universitario de Ingeniería Mecánica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la visionaria se asoció con Alexandra Fine -a quién conoció en 2014 por medio de la app de networking social Meetup- para crear un vibrador que pudiese ser usado en pareja y sin necesidad de recurrir a las manos para su operación.
Con un máster en Psicología Clínica de la prestigiosa Universidad de Columbia, Fine de 29 años se disponía a trabajar como consejera matrimonial y terapeuta sexual pero el encuentro con Lieberman hizo que sus planes de carrera cambiaran por completo.
Una infinidad de prototipos más tarde llegaría el boceto de lo que hoy es el emblemático vibrador Eva, un curioso dispositivo de forma oval hecho de silicona médica que se inserta dentro de los genitales femeninos y se mantiene allí sin ningún tipo de intervención gracias a sus dos “alas flexibles” que permiten ajustarlo a cualquier tipo de anatomía bajo los labios vaginales.
Lo revolucionario de su diseño hace que Eva se mantenga fuera del camino durante el sexo penetrativo, por lo que sus creadoras aseguran ayuda a crear nuevas experiencias durante el coito al estimular tanto al hombre como a la mujer y a la vez libera las manos para poder concentrarse en la conexión de pareja.
Resistente al agua, recargable vía USB y, lo más importante, libre de dañinos ftalatos (un químico del plástico), Eva cuenta con un pequeño motor interno que se puede regular en tres velocidades diferentes, lo que permite ajustar el nivel de sensaciones para aquellas novatas que lo prueban por primera vez.
El dispositivo fue inspirado en los anillos vibradores para el hombre que se colocan alrededor del pene, pero con el foco puesto en el placer femenino. “Queríamos estimular a la mujer con algo que no fuera invasivo para poder mirar a tu pareja a los ojos” comentó al New York Times Fine.
Al poco tiempo las socias fundarían Dame Products con el objetivo de ofrecer “juguetes sexuales fuera de serie” mediante productos cuidadosamente diseñados que ayuden a elevar las experiencias íntimas a otro nivel, a la vez que permitan empoderar a las mujeres a experimentar con ellas mismas.
La naturaleza innovadora de la propuesta inicial ayudaría a recaudar USD 575.000 en el popular sitio de crowdfunding Indiegogo, creado para que las personas comunes puedan solicitar fondos para poder financiar sus iniciativas empresariales.
Eva fue lanzado oficialmente al mercado en 2015 y hasta el momento lleva vendidas 65.000 unidades a un precio de USD 105 por dispositivo.
La exitosa dupla asegura que se propusieron desde el primer momento terminar con la mala imagen de los juguetes sexuales mediante productos de aspecto amigable, pero que sobre todas las cosas permitan llevar la experiencia sexual de las parejas a un nuevo territorio.