En la misma semana que se cumplieron 22 años del atentado a la AMIA dos dirigentes de una de las asociaciones judías más importantes del mundo coincidieron en que a al fiscal Alberto Nisman, que investigaba el ataque a la mutual, lo asesinaron por haber avanzado en el descubrimiento del despliegue del terrorismo en la región.
Para Shimon Samuels, Director para Relaciones Internacionales del Centro Simon Wiesenthal, Nisman estaba convencido de que “era esperable que en America Latina el Estado Islámico reclute para la Jihad tal como ocurre en Europa”.
“En una cena en Londres, apuntó que tenía identificado a nueve países como objetivos. Parece obvio que frente a la prolongada presencia de la chiita Hezbollá en los países del Mercosur, el sunnita Estado Islámico pretenda marcar su propio terreno, especialmente mediante la conversión al Islam de grupos indígenas”, aseguró el dirigente, de acuerdo al sitio de noticias judías Iton Gadol.
Para refrendar lo que supuestamente advirtió el funcionario judicial, otro dirigente judío recordó, a ese medio, que esta semana un grupo jihadista brasileño, llamado Ansar al-Khilafah Brasil, le declaró su apoyo al Estado Islámico en la primera proclama de lealtad de una organización latinoamericana a este grupo terrorista. “Este anuncio, a días de la inauguración de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, parece una advertencia”, concluyó Ariel Gelblung, representante para América Latina del Centro.
