Los gatos, y sobre todo los gatitos, son curiosos por naturaleza e investigan siempre los objetos que les rodean. Lo hacen tocándolos, oliéndolos y probándolos.
Si traemos un nuevo gato a casa, debemos tener en cuenta que tendrá curiosidad por todo. Y con diferencia de las personas, no será capaz de discernir entre lo que es peligroso y lo que no lo es.
Si no estamos seguros de cómo preparar tu casa a prueba de mininos, podemos hacer un listado de comprobaciones. Así tu mascota estará en todo momento fuera de peligro y se encontrará bien en el espacio para tu gato.
A primera vista puede parecer que tener un gato es más sencillo que tener un perro. Son independientes, muy limpios y adecuados para lugares pequeños. Además, son encantadores y seguramente una de las mejores compañías en el hogar. Pero también son muy curiosos y pueden ponerse fácilmente en peligro.
Algunas precauciones básicas
Hay que tener mucho cuidado con algunos elementos que pueden tener mucho filo. Es el caso de las patas de las mesas.
Los cables son un elemento muy peligroso y hay que poner precauciones. Tienen que estar pegados a la pared, o bien cubiertos por un tubo. De esa forma evitaremos que el minino se rasque, los muerda y pueda sufrir un shock eléctrico.
Las cortinas son un elemento atrayente para nuestros amigos mininos. La necesidad de trepar puede ser muy grande y el destrozo originado también.
La caja de arena cumple una función muy importante como recipiente para que el gatito haga sus necesidades. Pero también puede ser una fuente de suciedad muy grande.
Lo más adecuado es colocar esta caja de arena en un cesto. De esa forma evitaremos que el contenido pueda esparcirse por el pataleo de un gato inquieto.
Los conflictos que puedan surgir entre felinos y perros por el plato de comida, o por el espacio para tu gato, pueden evitarse colocando el recipiente de los alimentos del minino en lugares altos. De esa forma, el can no podrá acceder.
Espacio para tu gato adaptado para los mininos en casa
Si llega la hora de bañar al pequeño felino, lo mejor es hacerlo en el lavabo del baño. Así evitarás que se mueva demasiado o te arañe mientras lo enjuagas.
En general, el gato es un animal salvaje, que necesita cazar. En su defecto, simulará una caza como un juego. Pero necesita marcar y afilar sus uñas como cuando lo hacen en los árboles.
La actividad de nuestro amigo suele ser más nocturna que diurna. Además, es intolerante y territorial con otros gatos y su relación con los humanos puede llegar a ser inexistente, simplemente de aceptación mutua.
Para una ideal adaptación del gato en nuestro hogar, tenemos que conocer bien sus necesidades mínimas. Por ejemplo, no podemos pretender que el felino sea un animal silencioso que vive en nuestro hogar y sólo con estar ahí se conforma y no necesita nada.
La llegada del gato
Si acaba de llegar un gato a casa por primera vez, tenga la edad que tenga, debemos acomodarlo en una única habitación con la puerta cerrada. Para el minino será mucho más fácil adaptarse. También será mucho menos estresante para él que si lo dejamos desde el primer momento suelto por la casa.
Si nuestro pequeño amigo se viera solo, lo más probable es que se esconda en el primer lugar que encontrase. Además, pasará escondido varios días.
Un territorio propio
Entre las razones que justifican este deseo territorial en el gato, está la necesidad de desarrollar las feromonas, que dan seguridad al minino y la sensación de control.
Pasados unos días, el gato se habrá adaptado a su nuevo hogar, tomándolo como referencia segura. Si vemos que está tranquilo y con ganas de curiosear, le abriremos la puerta y le dejaremos salir a explorar el resto de la casa.
Un lugar o espacio de seguridad es muy importante para el gato, porque ante cualquier susto que tenga, siempre sabrá dónde volver para sentirse seguro, será su punto de partida y retorno.
Si no hay ese espacio para tu gato de seguridad y se asusta, correrá sin un rumbo fijo hasta que encuentre un lugar donde esconderse, que puede ser inaccesible para nosotros.