Armando Pérez no quiere elecciones en AFA. Al menos no por ahora. El mismo día en el que tuvo que ser internado en el Sanatorio Otamendi, sus abogados presentaron una apelación al fallo de la jueza María Servini, que ordenó normalizar el funcionamiento del fútbol argentino antes de fin de año.
La Junta Interventora integrada por el ex dirigente de Belgrano de Córdoba, Javier Medín (vicepresidente), Carolina Cristinziano y Pablo Toviggino (miembros) asumió con el objetivo de reorganizar las tareas administrativas de la AFA, recomponer sus estatutos y adaptarlos a los modelos de la FIFA y llevar adelante las elecciones de las nuevas autoridades. Pero hasta ahora poco ha hecho para cumplir con el mandato de Gianni Infantino.
En su presentación, el presidente de la Junta Interventora prometió que el llamado a elecciones se llevará a cabo recién cuando “se cumplan las tareas dispuestas por la autoridad” que lo designó.
En medio de un tire y afloje interminable por la cesión de los derechos de televisación, con clubes endeudados y números en rojo y la incertidumbre por los posibles candidatos de cara a las elecciones en AFA, Pérez estira la cuerda y se aferra al sillón de la oficina más importante de la calle Viamonte (no físicamente, porque se rehabilita tras ser intervenido quirúrgicamente).