La Argentina fue eliminada de las pruebas Pisa que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cada tres años. Para las autoridades de la evaluación, el país omitió algunas escuelas en la muestra tomada en 2015 para conseguir una mejor ubicación en el ranking general por lo que los resultados no son representativos.
El examen, uno de los más prestigiosos de todo el mundo, tiene como objetivo evaluar de manera comparada los sistemas educativos de al menos 64 países. Para eso, el instrumento principal es la prueba en la que los estudiantes de 15 años deben resolver problemas de matemática, lengua y ciencias.
A diferencia de otras evaluaciones como el Terce, de Unesco, o las pruebas del Ministerio de Educación de la Nación, que ponen el foco en la evaluación de los aprendizajes tomando como referencia los diseños curriculares, las PISA miden competencias globales que se supone deben manejar los jóvenes luego de su paso por la escolaridad obligatoria.
Los promedios en números
Los estudiantes de la OCDE obtienen 500 puntos. En esta escala, los conocimientos recibidos en cada año de escolaridad deberían equivaler a 41 puntos. Es decir, en promedio, los adolescentes evaluados en las PISA habrían recibido conocimientos correspondientes a 12 años de escolaridad.
La Argentina se ubica, en todas las mediciones y disciplinas, un poco por debajo de las 400 unidades, casi “dos años y medio menos de conocimientos” respecto del promedio.
La evolución del puntaje de nuestro país muestra un descenso entre 2000 y 2006 (Argentina no participó en la medición de 2003) y una recuperación en 2009, que no alcanzó a igualar el puntaje del año 2000. En 2012 se mantuvieron los resultados alcanzados en 2009.