En la previa era un partido complicado. Era un encuentro frente a un rival duro, físico, áspero, que viene creciendo y que jugaba de local frente a toda su gente, intentando romper la barrera de los cuartos de final de competencias anteriores. Pero la Argentina tenía en mente otra cosa. Y lo plasmó dentro de la cancha.
Puntos muy altos individualmente, pero sobre todo funcionó lo colectivo, hoy se vio un equipo. Con actitud, presión alta, seguridad en los pases, control de balón, y un manejo de juego que no se había visto en partidos anteriores y que claramente ha mejorado el equipo del Tata.
Lavezzi abrió la cuenta con un gol de cabeza, el tercero y cuarto fueron logros del Pipita Higuaín, y párrafo a parte el golazo de la “Pulga”. Los adjetivos no alcanzan para describir la sutileza con la que clavó ese tiro libre al ángulo, que seguramente quedará en el recuerdo. Tal vez tenga varios hechos de esta manera en Barcelona, pero hoy sucedió lo que tanto le reclamaban a la “Pulga”, que aparezca en instancias finales, y hoy el 10 apareció.
Romero hoy podría “no bañarse”. Mercado, Otamendi, Funes Mori y Rojo, una defensa que cada vez se entiende mejor. Masche comandando el mediocampo junto a Banega que acertó el 99% de los pases y se convirtió en el socio ideal para Messi. Augusto Fernández haciéndo un gran trabajo en la recuperación, llevando marcas para dejar solo a sus compañeros y hasta llegando en posición de ataque. El “Pipita” que volvió a convertir de a dos, justamente lo que debe hacer un delantero, meterla, pero además ayudando en la recuperación. Y Messi… ustedes ya lo habrán visto, nada para decir y algo para agregar, se convirtió en el máximo goleador de la historia de la selección con 55 goles superando al enorme “Bati”. Pero eso al 10 no le importa mucho, cambiaría todo por levantar una Copa en la final.
Ahora viene la parte mas brava de la Copa, la final. Chile o Colombia, eso ya no es problema nuestro. La Argentina tendrá que hacer honor a la frase “la tercera es la vencida”. Pero todo dependerá de lo que suceda en los últimos 90′ del domingo próximo.
La Selección llegó a una nueva final, la tercera en tres años. No pudo ser en Brasil 2014, tampoco en Chile 2015. Ojalá sea en Estados Unidos 2016, en la Copa América Centenario. Esperemos que la tercera sea la vencida. La ilusión sigue un partido mas, eso ya no nos lo pueden quitar.
