Pasó otra vez. Como ocurrió en otras oportunidades en que el juez federal Claudio Bonadio adoptó una decisión relevante en las causas que acorralan de manera consistente a la ex presidenta Cristina Kirchner. Fue otro acto pretendidamente intimidatorio. Pero esta vez, como en la agonía de la era K, fue contra el entorno del magistrado que lleva adelante las causas Los Sauces y dólar futuro, dos de las que más avanzaron. Fue poco después de la última indagatoria a la que fue sometida la ex mandataria.
El blanco fue Mariano Bonadio, el dueño de la sala de ensayos MCL Records, hijo del juez federal y quien ya había estado bajo presión política. En septiembre del 2015, lo había denunciado el senador ultrakirchnerista Marcelo Fuentes.
Con la típica simbología peronista de las letras V y P, la inscripción tiene la firma de “Villa Ortúzar” y una pregunta: “Y esto Bonadio?”. Está hecha en letra roja, mientras otra leyenda, ahora delineada con aerosol blanco, señala como si fuera relevante: “Sala Ensayo Juez Bonadio”. Además, sobre la puerta, en los marcos, otros mensajes: “Bonadio andate”.
Aunque dsde ninguna organización kirchnerista se adjudicaron las pintadas, en el entorno del magistrado no se muestran sorprendidos de que, a horas de que se defina la situación procesal de Cristina Kirchner, aparezcan episodios como este.