Daniel Angelici dio la cara. Aprovechó la presentación de los refuerzos, Agustín Rossi y Junior Benítez, para explicar los polémicos audios en los que está involucrado. “Nada es casualidad, todo es causalidad”, dijo el presidente de Boca ni bien empezó su conferencia de prensa. ¿A qué se debió ese enigmático? no se sabe. El presidente xeneize tampoco quiso responder. Lo cierto es que esa frase deja mucho para pensar.
A continuación el hombre fuerte de Boca minimizó la situación y señaló que lo que hizo “está mal, pero es habitual en el fútbol argentino”. Además consideró que “lo volvería a hacer” ya que “no quiero que me favorezcan, pero tampoco quiero que me perjudiquen”.
Angelici contextualizó las escuchas y dijo que tienen más de dos años. Explicó que no suele hacer esos llamado, pero dijo que era un momento en donde sentía que “Boca jugaba cosas importantes y los arbitros se estaban equivocando mucho, involuntariamente, pero se equivocaban”.
Hay que aclarar que los llamados al presidente del Tribunal de Disciplina y al presidente de la AFA se dieron en un momento clave para la entidad xeneize. Boca debía disputar un partido definitorio frente a Vélez, y el ganador iba a clasificar a la Copa Libertadores 2015. En esas escuchas, Angelici pedía que no le den muchas fechas a dos jugadores que habían sido sancionados en un torneo de verano (Erbes y Marín) y en la otra hablaba sobre la actuación del árbitro.
“El llamado a Fernando Mitjans tiene que ver con que me parece injusto que las expulsiones del verano repercutan en los partidos oficiales o del torneo local”, se justificó El Tano. Y sentenció: “No creo haber echo algo que no haga un presidente”.
Por último, Angelici dijo que conocía que existían estas escuchas, y que pertenecen a una causa en donde se investigaba la relación de la dirigencia con la barrabrava de Boca. “Aca se violaron los derechos de privacidad y de un expediente”, señaló y puso el foco en la responsabilidad de la justicia.