América Latina sigue siendo “la región más desigual del mundo, a pesar de importantes avances realizados por los países durante la primera década y media del siglo XXI”, aseguró la directora de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Laís Abramo.
En un nuevo capítulo del programa “Horizontes CEPAL”, Abramo examina los principales hallazgos del informe anual Panorama Social de América Latina 2016, presentado por el organismo regional de las Naciones Unidas el pasado 30 de mayo en conferencia de prensa en Santiago, Chile.
La noción de igualdad promovida por el organismo se refiere no sólo a la igualdad de medios, ingresos o propiedad, explicó la funcionaria; también alude a la igualdad en el ejercicio de derechos, a la igualdad en el desarrollo de capacidades y autonomías y a la igualdad de género, étnica, racial y territorial, entre otras.
“La CEPAL llama la atención sobre la complejidad y las múltiples dimensiones de la desigualdad social en América Latina y el Caribe, y cómo estas dimensiones se entrecruzan, se potencian y se encadenan a lo largo del ciclo de vida de las personas, creando un desafío enorme para nuestra región”, dice Abramo.
Según la especialista, “si todos los países de la región están comprometidos con el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, es fundamental avanzar no solo en la superación de la pobreza sino también de la extrema concentración de la riqueza”.
Abramo consideró que los datos indican que “la concentración de los activos, es decir, de la propiedad, tanto financiera como no financiera, es mucho más severa y mucho más permanente que la concentración de los ingresos corrientes de las personas”.
Además de analizar la evolución reciente de la desigualdad socioeconómica en la región, Abramo incluyó la distribución del uso del tiempo entre hombres y mujeres, las brechas presentes en las distintas etapas del ciclo de vida y la situación de las personas afrodescendientes.
“No se puede hablar de igualdad, de superación de la pobreza, de la agenda de derechos, sin considerar de manera muy clara la situación de estas poblaciones”, planteó Abramo; sin embargo, los datos incluidos en el Panorama Social 2016 revelan que los indígenas y afrodescendientes sufren profundas desigualdades en todas las áreas del desarrollo social en comparación con los no indígenas y no afrodescendientes.
El estudio completo, concluye la funcionaria, será un aporte para los trabajos de la segunda Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, que tendrá lugar a fines de octubre en Montevideo, Uruguay.
El tema principal del encuentro, adelantó, será “el doble desafío de la inclusión social y económica”, con un enfoque importante en el ciclo de vida.