A una semana de la amenaza de los jóvenes que se hicieron pasar por terroristas de ISIS en Twitter, ayer a las 3 de la madrugada se produjo una nueva amenaza de bomba, esta vez en el departamento de Mauricio Macri, ubicado en Avenida Del Libertador 2712. Allí, desde febrero, vive el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, el ex representante de futbolistas, Gustavo Arribas.
La denuncia fue caratulada como delito de “intimidación pública” y quedó radicada en el juzgado en lo Criminal y Correccional N°2 del juez Sebastián Ramos, según adelantó Infobae.
Fuentes del ministerio de Seguridad confirmaron la veracidad de los hechos. Después de un operativo conjunto entre la Policía Federal, el GEOF y la AFI, fueron detenidos dos sospechosos en la localidad de Derqui, en el partido bonaerense de Pilar. Verónica Morinico y Sergio Darci Alves, madre e hijo, señalados presuntos autores de la amenaza, fueron apresados. Una tercera involucrada, María Rita Gómez, sobre quien también se libró una orden de detención, se hallaría en Uruguay.
Cuando las fuerzas de seguridad entraron al domicilio, Morinico habría arrojado el celular al suelo para destruirlo. La policía habría secuestrado otros nueve teléfonos móviles; cuatro tarjetas SIM; un módem; un disco rígido y una tablet.
Fuentes del ministerio de Seguridad, señalaron que el procedimiento todavía sigue su curso, con secreto de sumario. “Es una investigación grossa”, subrayan . En el Gobierno no toman demasiado en serio las amenazas. Los principales objetivos de las falsas amenazas suelen ser los establecimientos educativos y la ex ESMA. Con estas acciones, afirman, buscan disuadir cualquier acción.