Esta historia nos lleva al Barrio Latino de París, una de las zonas más coloridas y animadas de la capital francesa. En febrero de 2011, en su condición de ministro de Economía, Amado Boudou asistió a un encuentro con presidentes de bancos centrales del G-20 y se alojó en el hotel Bel Ami.
Esa estadía de cuatro días costó 9.395 euros (161.500 pesos al tipo de cambio de hoy), según la factura que los colaboradores del funcionario presentaron en la rendición de cuentas correspondiente.
Boudou había estado en la Ciudad Luz un par de meses antes –en diciembre de 2010-, para participar de la reunión del Club de París; en esa ocasión se hospedó en el mismo hotel cinco estrellas, también por un lapso de cuatro días, y presentó una factura por 19.937 euros: 343 mil su equivalente en pesos.
El dato saliente de este repaso, apenas un ejemplo de una operatoria que se repitió en innumerables ocasiones a lo largo de la “década ganada”, es que esas facturas eran apócrifas.
Un responsable del propio hotel denunció en declaraciones al diario La Nación– que “todo lo que figura allí es absolutamente inverosímil” por dos razones concretas: 1) tienen serias incongruencias con la forma en que suelen realizarse las facturaciones; 2) sencillamente no existen en el sistema de registros del establecimiento.
Entre los detalles que dejan en evidencia los “dibujos” para justificar gastos, el vocero del Bel Ami señaló “el pago en efectivo (no se permite por cifras tan altas), la ausencia de cantidad de habitaciones ocupadas, la inexistencia de IVA (TVA, según sus siglas en francés) en una de ellas y la omisión del impuesto a la estadía (taxe de séjour) en otro de los casos”.
El punto más asombroso es la inclusión de un supuesto gasto por vehículos con chofer, que fue listado de una manera insólita: “Lo denominan ‘auto’ en vez de ‘location de voiture’“.
El propio ex vicepresidente aparece involucrado en otra facturación sospechosa: en 2010, en un viaje de Boudou a la ciudad de Nueva York, la firma TVT (Televisión Turística de América SA) pasó 5000 dólares de gastos por la “cobertura fílmica de la participación del señor ministro de Economía de la Argentina en la Asamblea General de la ONU”.
Lo llamativo es que en esa excursión el ex funcionario formaba parte de la comitiva de Cristina Kirchner, por lo que esa tarea ya estaba asignada a La Corte, la productora que registraba todos los actos oficiales y que se convirtió en símbolo de la administración anterior. Aseguran que estos casos son apenas una muestra mínima de los dibujos para justificar viáticos.