Altos índices de veneno en frutas y verduras que se venden en el país

El 62% de los controles realizados oficialmente sobre frutas y verduras dieron como resultado la existencia de residuos de agroquímicos, y en algunos casos, los análisis superaron el 90% de las muestras.

Frutas, hortalizas y verduras, fueron estudiados entre 2011 y 2013 por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) pero los datos no se divulgaron.

En enero, la ONG Naturaleza de Derechos hizo el pedido de acceso a esos datos y el ente público los ignoró. Pero luego de que la organización impulsara un recurso de amparo el Senasa dio a conocer sus estadísticas sobre los análisis realizados en los mercados de abasto de la Ciudad de Buenos Aires, La Plata y General Pueyrredón.

Peras, apio, mandarinas, manzanas, frutillas y zanahorias, figuran entre los productos contaminados a “niveles dramáticos”.

Los datos oficiales muestran que de 3.381 controles, 1.405 (es decir, el 42%) dieron positivo. 

El 62% de los controles realizados específicamente sobre frutas y verduras dieron como resultado la existencia de residuos de agroquímicos. Y hay algunos casos extremos. Por ejemplo, hallaron agroquímicos en 13 de las 14 muestras de apio y en el 98% de las de pera.

Además, hay datos alarmantes en los cítricos: dieron positivo el 94% de los limones, el 91% de las mandarinas y el 83% de las naranjas. 

Pero las cifras también son llamativas en otros cultivos, como frutillas (76%) o acelga y espinaca (74%).

En el otro extremo hay sólo cuatro productos que dieron negativo en todos los controles: almendras, batata, cebolla y yerba.

Un dato no menor es que no se evaluó la presencia de glifosato, atrazina y paraquat, los agrotóxicos más utilizados en Argentina.

Pero sí se encontraron las sustancias prohibidas DDT, endosulfán, metil azinfos y metamidofos, y otras cuatro no autorizadas: diazinon, aldicarb, acrinatrina y hexaconazole.

Una segunda parte del informe contiene muestras tomadas durante 2014, 2015 y 2016, donde sólo informaron los casos que las muestras superaron los Límites Máximos de Residuos, por lo que el Estado invisibiliza la presencia de agroquímicos.

En este segundo segmento, sólo dos productos, el zapallo y la frambuesa, arrojaron resultados negativos. En total, el 7% de las muestras fueron positivas, aunque desde la ONG cuestionaron los productos incluidos.

Es la primera vez que se realiza un relevamiento de estas características y los resultaron son alarmantes. Las informaciones van en coincidencia con otros estudios, como el que por ejemplo realizó la Universidad Nacional de La Plata.

En esa oportunidad (2014, 2015) encontraron que en el 83% de los cítricos (naranjas y mandarinas) y las zanahorias había presencia de agrotóxicos y dieron positivo el 78% de los pimientos y el 70% de las verduras de hoja verde.

Buscan más precisiones
En concreto, los resultados revelan que el Estado argentino sabe que prácticamente el total de las frutas y verduras que se comercializan en el país se encuentra de alguna forma contaminado con agroquímicos.

“La información es incompleta, Senasa en ningún momento aclara las cantidades ubicadas en cada producto y qué decisión tomó respecto del destino de tanta fruta y verdura contaminada”, comentó Fernando Cabaleiro, abogado y titular de Naturaleza de Derechos.

Lo que sigue ahora, es un pedido a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para que este último organismo evalúe la situación química de todos los alimentos desarrollados a partir de estas frutas y verduras. 

“Vamos a exigir que se constate si no hay agroquímicos en productos como, por ejemplo, el puré de tomate, los enlatados, las conservas. La uva dio positivo en contaminación ¿qué ocurre con el vino? En tanto los cítricos también encierran trazas ¿qué pasa con las mermeladas? ¿Y con los jugos, las aguas saborizadas? Le vamos a exigir judicialmente a que se expida respecto de todos estos interrogantes”, anticipó.

“No buscamos sembrar pánico, queremos que se aumenten los controles”, cerró Cabaleiro.