Una de las cosas que más nos preocupa cuando nos hacemos mayores es la pérdida de facultades mentales asociadas al envejecimiento. En un estudio dirigido por Emilio Ros, del Instituto de investigaciones biomédicas August Pi i Sunyer, del Hospital Clínic de Barcelona, se ha observado que alimentos enriquecidos con aceite de oliva o nueces sirven para combatir la pérdida de memoria en la población sana.
El número de voluntarios para este estudio fue de 407 de los cuales 223 eran mujeres a los cuales dividieron en tres grupos, para el primero se seleccionó a 115 personas que recibieron un suplemento de litro por semana de aceite de oliva extra, el segundo grupo formado por 147 las cuales recibieron una ración de 30 gramos al día de una mezcla de avellanas, almendras y nueces (15 gramos). Los 145 restantes solamente se les recomendó reducir de su alimentación el contenido en grasa.
Al concluir el estudio, los investigadores vieron que los grupos a los que les habían reforzado su alimentación con suplementos como el aceite de oliva extra o frutos secos, habían conseguido una capacidad cognitiva mejor.
Para realizar el estudio se utilizó una batería de 9 test neuropsicológicos, una de las pruebas para medir la preservación de la memoria consistía en memorizar siete palabras y recordarlas al cabo de tres minutos, en este test los que obtuvieron mejor respuesta fue el grupo al que se le había dado los frutos secos. Otra de las pruebas consistía en unir con un trazo 12 números puestos al azar en un papel de la manera más rápida, en la cual el grupo que había recibido el aceite de oliva extra destacó sobre las demás. Variables como el sexo o la edad son independientes de la mejora de la función cognitiva.
Emilio Ros recalca que estos resultados sólo son aplicables a la población sana, y de manera preventiva, pero que nunca se pueden utilizar como tratamiento para frenar los efectos de un proceso de demencia si ya se han comenzado a presentar sus síntomas. “La dieta analizada frena el deterioro cognitivo asociado a la edad, pero de momento no podemos decir que se prevenga, por ejemplo, el Alzheimer, aunque sí la condición patológica previa al Alzheimer” comenta. “Los efectos beneficiosos probablemente se deban a la gran cantidad de agentes antiinflamatorios y antioxidantes de estos productos” indica Emilio Ros.
Este ensayo nos muestra como un cambio en los hábitos alimenticios tan sencillo como implementar en nuestra dieta aceite de oliva extra y una pequeña ración de frutos secos, puede ser beneficioso para combatir la pérdida de memoria causada de forma natural por el envejecimiento. Eso sí, como indican los propios investigadores, no tomemos esto como un remedio mágico es decir, puede ser un buen complemento, una buena ayuda y desde luego un aporte a una dieta saludable, pero no una solución mágica a posibles problemas médicos.