Todas las alergias, sean del tipo que sean, tienen un origen: un sistema inmunológico débil. Por tanto, aquellos que tienen alergia a los gatos es porque su sistema inmunológico es más sensible a las sustancias patógenas de los mininos tales como saliva, orina o caspa.
A pesar de que muchos creen que el pelo de los gatos es el principal causante de las alergias a los felinos, esto no es así en absoluto. Es la caspa o la piel muerta de los felinos lo que provoca las alergias. El tamaño de esta es 5 veces mayor al del polvo, por lo que su presencia en el aire es más prolongada. Así crecen las posibilidades de ser inhalada.
Como cualquier otra afección de esta clase, la alergia a los gatos es muy molesta e incómoda. Los síntomas más comunes son:
- Hinchazón
- Picazón
- Enrojecimiento
- Estornudos
- Dolor de garganta
- Carraspera
- Picores en la nariz
- Ojos llorosos
- Congestión nasal
Debes estar alerta si nunca has tenido alergia a los gatos y presentas alguno de estos síntomas. Ojo porque a simple vista puede parecer un resfriado. Si ves que siempre aparecen cuando estás cerca de uno o más mininos, ve a un alergólogo para que te haga las pruebas pertinentes y determine si tienes o no alergia a los gatos.
No todos los felinos producen el mismo grado de alergias. Por ejemplo, los machos tienen más secreciones que las hembras. Con ellos el riesgo de sufrir una alergia a los gatos es superior. Por otro lado, si este está castrado, tendrá muchas menos secreciones, por lo que el riesgo disminuye.
Lo más normal es que si tienes un gato y te diagnostican una alergia a los felinos, lo primero que te dirán es que te deshagas de él. Nosotros, que sabemos que un animal llega a formar parte de la familia y que nuestro amor por ellos no se puede describir, te damos unos tips para que no tengas que llegar a esos extremos.
Todo dependerá del grado de alergia que tengas. Pero si sigues estos consejos en casa, las cosas pueden mejorar mucho:
- No dejes que el gato entre en el dormitorio. El dormitorio es uno de los lugares en el que más tiempo pasamos. No dejes que el gato entre en é para que no haya ningún resto de sustancia que te puedan producir la alergia.
- Evita superficies donde la caspa se pegue. Esto quiere decir alfombras, moquetas y similares. Estos tejidos atrapan con mucha facilidad la caspa del gato y tendrás más posibilidad de inhalarla y empeorar tu alergia.
- Usa mascarillas. Cuando vayas a aspiras, barrer o sacar el polvo, usa una mascarilla. Esta te protegerá de la caspa del gato. Mejor si tiene un sistema de filtrado. También puedes usarla cuando quieras sentarte y jugar con tu minino.
- Bañar al gato y cepillarlo. Obviamente, esto deberá hacerlo otra persona y no el afectado. Cepillar al gato cada día dos veces eliminará los restos de piel muerta y acabará con el problema.
- Si es macho, cástralo. Como hemos dicho antes, los gatos castrados tienen menos secreciones, por lo que si quieres evitar un grado superior de alergia, lo mejor es que castres a tu felino.
- Habla con tu veterinario. Hay medicamentos que se pueden aplicar o que el gato puede tomar para que la caspa no sea tan excesiva y mejorar tu estado de salud frente a la alergia.